La pandemia y sus consecuentes confinamientos por el coronavirus, entre 2020 y 2022, han afectado un ayer y un a posteriori en cuestiones de todo tipo, desde las más vitales a las banales. Un inicio desde un final que ha afectado todavía al consumo de pimple en la vía pública. Los macrobotellones han desaparecido prácticamente, son puntuales y enmarcados en celebraciones concretas anuales; estos grupos son ahora mucho más pequeños, se han disgregado por los distintos barrios de la caudal, pero lo singular es que las sanciones a quienes lo practican han crecido en torno al 40% entre enero y julio de 2024, con respecto al mismo periodo del examen precedente.
Vayamos primero a las cifras globales: 17.882 sanciones en 2023 frente a las 25.299, con una subida en todos los meses referidos, que son siete. Por edades, se aúpan los mayores de perduración (de 17.714, a 25.115), pero todavía los menores de 18 primaveras (de 12, a 18). Y esos son solo a quienes se pilla con las manos en la masa y se les castiga por parte de la Policía Municipal, según los datos oficiales. Los que beben en la calle a su salero son muchísimos más. Sobre todo, en los meses de primavera: marzo, abril y mayo. Aunque el verano invita mucho más a salir, el éxodo vacacional y, sobre todo, la partida de los universitarios procedentes de otras provincias hacen que el mundo pinche en ese paréntesis.
El Campo de acción de Seguridad y Emergencias, dirigida por la vicealcaldesa, Inma Sanz, ha puesto en marcha a través de Madrid Sanidad un plan distinto, en paralelo a las multas, que pivota en la concienciación y recogida de datos sobre el demarcación. Se titula PAD Night y entró en vigor a primeros de este verano que acaba de terminar, explica la subdirectora genérico de Adicciones de Madrid Sanidad, Beatriz Mesías. La experta está convencida de que «la prevención llega a los lugares donde están los jóvenes».
En 2017, el comunidad comenzó el software Actividad Botellón, pero las costumbres ayer mencionadas cambiaron tras el parón del Covid: «Ahora, se reúnen en grupos más pequeños, en parques o en las fiestas de barrios o entornos de ocio noctámbulo. En vez de macrobotellones, tenemos grupos más pequeños. Cuando se acerca el frío, lo hacen en el entorno de los locales de ocio. La nueva normalidad ha afectado en esa forma de reunirse. En ello todavía han influido la ley antibotellón y las sanciones, claro», explica la subdirectora, en conversación con torrevieja news today.
Multas impuestas
por botellón
Desarrollo de las multas
en los mayores de perduración
Desarrollo de las multas
en los menores de perduración
Total de multas impuestas
a mayores y menores de perduración
Fuente: Concejo de Madrid / torrevieja news today
Multas impuestas por botellón
Desarrollo de las multas en los mayores de perduración
Desarrollo de las multas en los menores de perduración
Total de multas impuestas a mayores y menores de perduración
Fuente: Concejo de Madrid / torrevieja news today
Ese primer plan ha sido transformado en el PAD Night, que primero fue un tesina piloto y, tras reajustarlo, ha cristalizado en un clase de mediadores sociales que, en medio destapado, interactúan con grupos pequeños en diversos distritos, en las celebraciones y en los locales de ocio noctámbulo; en estos últimos, mediante la colaboración de la asociación de empresarios Indeterminación Madrid.
Lo gestiona Controla Club, de modo que los mediadores entran en las discotecas no solo a asesorar a los jóvenes, sino para realizar acciones formativas a los trabajadores del personal de sala y de seguridad, de modo que puedan apoyar la prevención del peligro, que son de dos tipos. Los directos, consistentes en evitar intoxicaciones etílicas que conlleven riesgos indirectos, como conducir bajo los existencias del pimple, las relaciones sexuales sin protección, las conductas violentas y el consumo de otras sustancias, por ejemplo.
Los meses piloto del PAD Night arrojaron un número importante: el 77% de la población de entre 18 y 35 primaveras que acude a zonas de ocio consume pimple en sus horizontes nocturnas. El software ahora actual está destinado a mayores de 18 primaveras, hasta aproximadamente los 30. «Porque con los menores de perduración lo que hay que trabajar es el consumo cero», apostilla Beatriz Mesías.
Del Orgullo a Teatro Barceló
Ya se ha trabajado en locales muy reconocidos y frecuentados, como Teatro Barceló, Samsara, La Cartuja, Oh My Club, Manama, Moondance, Irish Rover, Moby Dick, Areia Colonial Chillout, Sala Copérnico, Independance, TBC… Pero todavía en las fiestas de morería de los distritos de Centro, Arganzuela, Ciudad Rectilíneo, Villa de Vallecas, Chamartín, Moncloa-Aravaca, Vicálvaro y Chamberí; y en festivales como el Orgullo Madrid, Kalorama, Reguetón Beach y estos días se hará en las fiestas del Intramuros del Pilar. Estos meses han supuesto un impacto en 3.200 jóvenes, que, encima, han participado en una prospección de peligro, encuestas, colaboración en el propio tesina…
«Son tres equipos de mediadores. Llegan, hablan con ellos, les preguntan, y hacen una billete con tablets, para poder trasladar de forma más innovadora los mensajes. Se investigación conocer sus comportamientos y hablarles de forma informal para exponerles alternativas. Se reparten los fines de semana en varios puntos. Son zonas de tragar más dinámicas que ayer. No están tan localizados como ayer. Otro hábitat importante es que este plan se nutre del impacto paparrucha de cocaína, para que esos mismos jóvenes sean agentes preventivos. Es un plan muy de iguales, entre multitud mancebo», afirma la subdirectora genérico de Adicciones de Madrid Sanidad. A más del 25% se les han pasado encuestas de satisfacción y han valorado muy positivamente la experiencia.
Por separado de todo ello, el servicio del Instituto de Adicciones de Madrid Sanidad es referente en prevención para 427 centros educativos y ha realizado sesiones en 372, contactando con 1.431 profesores e interactuando con de 25.744 alumnos, encima de las asociaciones de madres y padres.