Antonio Torres, corregidor de Lebrija durante 24 abriles, viajó a Perú para impartir una conferencia, enviado por la Faffe, la fundación de Empleo de la Congregación de Andalucía, donde estuvo en salario durante ocho abriles, con un puesto directivo con el que percibió casi medio millón de euros. Así lo ha detallado este martes un testificador en el madurez que se está celebrando en la Audiencia de Sevilla contra Torres, procesado por la Fiscalía Anticorrupción de admitir un sueldo con metálico sabido “sin hacer ausencia”.
El testificador -el ex directivo de la Faffe Juan Carlos Díaz– todavía ha obligado que Antonio Torres de ningún modo acudió a los comités de dirección que convocaba la Faffe todos los lunes, a los que él mismo solía asistir. A estas reuniones iban la decena de mandos que había en el organigrama de esta fundación pública, que dirigió Fernando Villén, que todavía se sienta en el banquillo procesado de colocar al ex corregidor y proporcionarle un sueldo sabido, sin desempeñar tarea alguna. Villén, antiguo componente de la Ejecutiva Regional del PSOE-A, fue condenado en septiembre de 2023 a seis abriles de prisión por gastarse 32.556 euros de metálico sabido de la Faffe en prostíbulos.
El ex corregidor siquiera contaba con un despacho en la sede de la Faffe ni fue conocido allí por Juan Carlos Díaz, que ha detallado que tan solo tuvo un par de contactos con Torres. Uno de ellos fue, precisamente, para que viajara a Perú a impartir una conferencia por su “perfil” de “persona experta” en “políticas públicas”.
En presencia de la insistencia del interrogatorio para que aclarase “en calidad de qué” acudió a Perú y qué tipo de vinculación tenía con la Faffe, el testificador ha respondido que desconocía el vínculo gremial entre el ex corregidor y la fundación de la Congregación de Andalucía y que todavía ignoraba las “competencias” concretas de Torres.
Según el relato de la Fiscalía Anticorrupción, Fernando Villén, ex director universal de la Faffe, creó un puesto “a propósito” para el ex corregidor de Lebrija, con el “altisonante nombre de dirección de relaciones externas“. “Este área es inexistente, no tiene sede, carece de despacho o sede física ni personal adscrito. De hecho, el procesado no acudía a la sede de la fundación ni desempeñaba trabajo alguno“, subraya el escrito de imputación. Esta memoria se ha conocido corroborada, en parte, por el testificador.
La Fiscalía acusa a Torres García y Fernando Villén de prevaricación y malversación de caudales públicos. Para el ex director de la Faffe solicita una condena de cuatro abriles de prisión y diez de inhabilitación, mientras que para el ex corregidor de Lebrija pide dos abriles y medio de prisión y cuatro abriles de inhabilitación como “cooperador necesario” de prevaricación y malversación.
La Faffe fue creada en 2003, durante la etapa del condenado por los ERE José Antonio Viera como mentor de Empleo. Se extinguió en 2011, pero todos sus trabajadores quedaron integrados en el Servicio Andaluz de Empleo (SAE). Esta fundación actuó casi como una agencia de colocación para familiares, allegados y ex dirigentes socialistas. De hecho, la Faffe pasó de tener una plantilla de 120 empleados a 1.700 en los ocho abriles que estuvo en funcionamiento. La teórica comisión de esta fundación pública era, adicionalmente, combatir el desempleo impartiendo cursos de formación. Como viene informando EL MUNDO, un magistratura está investigando la red de enchufes en este entidad sabido.