La bandera de Arán, sí, pero la de España, no. Aunque eso sea, probablemente, inclumplir varias normas, entre ellas el Estatuto de Autonomía y la ley de banderas de 1981. Los miembros de la Mesa del Parlamento de Cataluña, tres del PSC, dos de Junts y dos más de ERC, acordaron el pasado 10 de septiembre que la bandera de Arán (Lérida) presidiera, cercano con la de Cataluña, sus reuniones en la sala de mesa. La reunión ordinaria de este martes ha sido la primera en la que se han podido ver las dos enseñas, a errata de la de España que, sin incautación, sí se exhibe en el hemiciclo y preside el Palacio los días de pleno.
A iniciativa del presidente del Parlament, Josep Rull (Junts), la sala en la que se reúnen los miembros de la Mesa cuenta desde este martes con la bandera de Arán, encima de la de Cataluña. Según el mayor responsable de la Cámara autonómica, con esta osadía se reconoce «la existencia plurinacional de Cataluña y la singularidad de Arán», una comarca ilerdense de frontera en la que, encima de gachupin y catalán, igualmente se deje el aranés y está obligado oficialmente en el Estatuto de Autonomía.
Sin incautación, seguirá sin exhibirse la bandera de España, a pesar de que así lo establecen las distintas normas que regulan el uso de las enseñas oficiales. Por ejemplo, el Estatuto de 2006, en su artículo 8, sobre los símbolos de Cataluña, reconoce que estos símbolos tendrán la misma «protección jurídica» que los que tienen los «símbolos del Estado». Y en relación a la bandera y su uso, la enseña de España, así como las autonómicas y locales, están reguladas en la ley de banderas de 1981.
En esta norma se especifica, artículo 4, que la bandera de las comunidades autónomas se utilizarán «juntamente con la bandera de España en todos los edificios públicos civiles», según queda definido en el artículo sexto de la misma norma. Es afirmar, «cuando se utilice la bandera de España ocupará siempre empleo destacado, visible y de honor»; y «si cercano a ella se utilizan otras banderas, la bandera de España ocupará empleo preeminente y de mayor honor y las restantes no podrán tener viejo tamaño».
Aunque Salvador Illa (PSC), presidente de la Generalitat, no utilizó la bandera de España, cercano a la de Cataluña, en su toma de posesión, sí recuperó la enseña franquista en las estancias del Palacio de la Generalitat en la plaza San Jaime de Barcelona. Una osadía que no es generalizada en todo el PSC. Por su parte, Rull en el Parlament solo ha colocado la bandera de Cataluña y la de Arán calibrado detrás de la apero destinada al presidente de la Cámara en la sala de reuniones de la Mesa.