Minutos antaño del pleito, el viticultor de La Sequía que iba a ser supremo este miércoles en la Audiencia de Valladolid ha llegado a un acuerdo sobre la condena con el fiscal: seis meses de prisión (no llegará a ingresar en ella) y mil euros de multa. El ahora condenado estaba inculpado de un delito contra los derechos de los trabajadores por gastar como jornaleros a trabajadores ‘sin papeles’, una situación irregular detectada en una inspección de trabajo.
T.V., titular de una finca ubicada en el término municipal de esta asiento vallisoletana, fue sorprendido el 28 de junio de 2022, sobre las 10:40 horas, por responsables de la Inspección de Trabajo, que llegaron acompañados de miembros de la Mecanismo Central de Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (UCRIF) cuando se hallaba en los viñedos conexo con ocho trabajadores.
Todos ellos de ciudadanía marroquí y colombiana, los jornaleros realizaban distintas actividades en la finca. No obstante, se pudo comprobar que siete de ellos se encontraban en situación irregular en España, sin tener los permisos administrativos para trabajar. El octavo, el único con los papeles en regla, siquiera había sido donado de adhesión en la Seguridad Social, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
En concreto, los trabajadores cobraban un salario de seis euros a la hora, si aceptablemente tenían que pagarse ellos mismos el transporte hasta la finca.
De esta forma, el inculpado enfrentaba una posible condena de dos abriles de prisión y multa de 4.500 euros, frente lo que ha dependencia con el acusador notorio una pena mínima, consistente en seis meses de calabozo y una multa de 1.080 euros.