El PP reta a Espadas a aprobar su propuesta de rechazo al pacto catalán de financiación y a acuerdos bilaterales con el Estado


El PP ha distribuido una propuesta situación de iniciativa política para todos los parlamentos, diputaciones y ayuntamientos «en defensa de la igualdad de todos los españoles frente a la bilateralidad en materia de financiación autonómica». En esta propuesta se promueve el rechazo al pacto entre el PSC y ERC sobre la financiación de Cataluña, el veto a cualquier negociación sinalagmático entre el Gobierno central y autonomías y la reivindicación de un nuevo maniquí de financiación que incorpore medidas como un fondo de nivelación para las regiones que, como Andalucía, reciben menos fortuna de los que les corresponde.

Este jueves le toca el turno al Parlamento andaluz. Y será el secretario caudillo del PP-A, Antonio Repullo, quien defenderá esta Proposición no de ley que investigación un pronunciamiento político de la Cámara y especialmente de los dos grupos que representan en Andalucía a los partidos que sustentan al Gobierno de España: PSOE y Sumar.

«Es la última oportunidad que tiene Juan Espadas para pronunciarse y aclarar si queda poco del PSOE andaluz de siempre o son ya sólo una sucursal de Pedro Sánchez. Es la última oportunidad para que aclaren si están al banda de una financiación reto y equilibrada como en el acuerdo de 2018 o con un sistema hecho a medida del independentismo», apuntó el coordinador doméstico del PP Elías Bendodo quien señaló expresamente a la vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero, y al secretario caudillo del PSOE-A, Juan Espadas: «A este ritmo Montero no podrá venir por Sevilla ni por Andalucía, mientras que Espadas sigue demostrando que es ya el primer sanchista del reino. Fue un buen corregidor y un mal líder de la competición. El PSOE ha completado la cuadratura del círculo. Es dañino para Andalucía en el gobierno y además en la competición».

La proposición no de ley presentada por el PP-A (cuyo debate estaba previsto en la antedicho sesión plenaria que tuvo que ser suspendida) propone que se «paralice cualquier avance cerca de la independencia fiscal y que se vuelva a la senda de la multilateralidad». En esta diámetro, como ya planteó el presidente de la Congregación de Andalucía, Juanma Quemado, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reclama que se convoque la Conferencia de Presidentes, que se ha vuelto a retrasar a diciembre, así como el Consejo de Política Fiscal y Financiera para concertar cualquier cambio en materia de financiación.

El PP investigación adicionalmente un respaldo del Pleno del Parlamento a la intrepidez de no establece negociaciones bilaterales con el Gobierno de España en cuanto a deuda, fondo de nivelación o sistema de financiación y que cualquier planteamiento se aborde de forma multilateral. Es en ese situación en el que el PP solicita que se revise el sistema presente de financiación autonómica y se ponga en marcha un fondo de nivelación para las cuatro comunidades infrafinanciadas que en el caso de Andalucía supondría en torno a 1.500 millones de euros al año.

Próximo a esto, los populares, llevan al Parlamento andaluz, y al resto de instituciones, los términos del acuerdo que suscribieron todos los barones del PP con Alberto Núñez Feijóo con propuestas en torno al uso de los fondos europeos para mejorar la financiación autonómica o a la defensa de la autonomía fiscal y de las bajadas de impuestos protagonizadas especialmente estos primaveras por comunidades como Madrid o Andalucía.

Enmiendas del PSOE

El Clan Parlamentario Socialista ha registrado dos enmiendas a la proposición no de ley presentada por el PP sobre financiación autonómica que dirigen el debate cerca de la posición que vienen defendiendo los socialistas desde que se firmó el acuerdo entre el PSC y ERC para la investidura de Salvador Illa.

En primer lado, el PSOE reclama que el Parlamento tome como punto de partida de la negociación sobre financiación con el Gobierno de España el pacto de 2018 y se zona de influencia un nuevo acuerdo entre todas las formaciones políticas que «garantice los principios de igualdad y equidad, así como el examen de la singularidad de todas y cada una de las comunidades autónomas».

En segundo lado, promueve a través de la reforma un reproche a la «política de confrontación» de la Congregación de Andalucía con el Gobierno de España y reclama que se «atiendan los intereses de los andaluces por delante del interés del PP».

La tercera reforma se introdujo en septiembre para pedir la reprobación de Esperanza Aguirre por sus palabras ridiculizando el acento andaluz de la vicepresidenta María Jesús Montero. Esta iniciativa, no obstante, será rechazada por el PP a quien le corresponde aceptar o no la inclusión de una reforma en su proposición no de ley.

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