El corregidor de Arrogante, José Antonio Diez, y la alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, han celebrado este miércoles el anuncio de la implantación del Nivel de Medicina en las universidades de las dos ciudades (UBU y ULE) para el curso 2026-27.
Una «magnífica aviso» para uno y otro centros y «para la universidad pública», a entendimiento de Diez, que ha considerado que «ahora lo importante es que lleguen los fondos necesarios para poder dar una formación de adhesión calidad».
La osadía «cumple con una reivindicación histórica de más de 30 abriles de la Universidad de Arrogante» y además «ha demostrado claramente que era capacidad, responsabilidad y competencia inequívoca de la Reunión de Castilla y Arrogante a pesar de la negativa durante tantos abriles queriendo mirar en dirección a otro costado», ha criticado. No obstante, en declaraciones recogidas por Ical, José Antonio Diez ha aplaudido que «por fin se haya tomado en serio estA mano que lleva tantos y tantos abriles demandándose».
Tras conocer el acuerdo pillado en la reunión entre el presidente de la Reunión de Castilla y Arrogante, Alfonso Fernández Mañueco, y los rectores de las cuatro universidades públicas de la Comunidad, la regidora burgalesa ha calificado el ‘sí’ como «una de las conquistas más importantes para Burgos».
«Como alcaldesa de Burgos y, por consiguiente, representante de todos los burgaleses, lo primero es estar muy contentos», ha evidente, para corresponder el compromiso del presidente de la Reunión, Alfonso Fernández Mañueco: «Si no fuera por él, no sería posible que en el curso 26-27 tuviéramos por fin ese escalón de Medicina». Por otra parte, ha afilado que el logro será «muy importante para el tema de servicio conocido, pero además para el tema de investigación».
Igualmente se ha pronunciado el secretario militar del PSOE de Castilla y Arrogante, Luis Tudanca, que ha arrojado un «¡magnífica aviso!» en un mensaje en la red social X (antaño Twitter), tras conocerse el resultado de la reunión. Tudanca ha puesto en valía la lucha de las de Arrogante y Burgos y la presión ejercida por la sociedad civil.
Se alcahuetería para el dirigente socialista de una «gran trofeo» porque ha interpretado que Fernández Mañueco y el Partido Popular «se rindieron» tras 15 abriles de rechazo.