Como un tortazo respondido con otro bofetón. Así han sido las declaraciones primero del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Arrogante posicionándose en contra de «proyectos de grey intensiva y plantas de biogás» alimentadas por purines y respondidas este miércoles por Asaja Arrogante pidiendo que «se abstenga de enemistar a agricultores y ganaderos».
Y a partir de ahí, Asaja endurece el tono y advierte de que «no permite» al Consejo Regulador, «ni a sus representantes, con nombres y apellidos» que «enfrente» a los ganaderos con la «ciudadanía». Por otra parte, recrimina que «hagan un mal uso en tono despectivo del mal empleado término ‘macrogranjas’». «Ni que quieran acaudillar la concepción de riqueza y empleo en una comarca donde, ese mérito, corresponde sobre todo al sector de la grey, en particular a la vinculada a la producción lechera», añaden desde la ordenamiento agraria, que recuerda que el pronunciamiento de la DO Arrogante está en vírgula con lo expresado por otros consejos reguladores como el de Ribera del Duero.
«Asaja no permite a los bodegueros (que no viticultores) que se quieran hacer amos y señores del demarcación, que le moleste la grey y quieran prohibirla con sus gestiones delante el Ocupación (como dicen)», señalan en un comunicado, en el que, encima, llaman a «reflexionar sobre qué pensarían ellos si los ganaderos se opusieran a sus proyectos».
«Y a las muchas subvenciones que reciben, enumerando los presuntos género perniciosos para la lozanía, de una bebida que parece ser que igualmente es alcohólica», añaden en el duro escrito en el que llegan a tachar de «metepatas» a este Consejo Regulador, a la vez que conmina a los bodegueros tras el escrito que ha desatado la polémica «a hacer buen morapio, avalar acertadamente la uva a los viticultores», pues consideran «que no lo hacen» así como a «contribuir y no torpedear el ampliación crematístico y social de la provincia».
Eso sí, desde Asaja dejan claro a la vez que «no» entra a valorar las plantas de biogás, pues lo harán cuando los proyectos se sometan a la evaluación de impacto ambiental. «Aunque -añaden- en principio son proyectos que tienen un manifiesto interés tanto desde el punto de panorama del sector cabrero como del agrícola».