Era el turno de la portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot, quien ha preguntado a Ayuso por las medidas que toma para mejorar la vida de los madrileños. Y la presidenta de la Comunidad de Madrid no ha dejado de tener lugar la oportunidad. «Bueno, ¡Eficaz Navidad! Que ya es Navidad en la tierra prometida», ha soltado a los diputados de la izquierda en el Parlamento madrileño.
«Felicidades, amigos de las dictaduras», ha comentado. Y ha repasado algunas de las medidas de Sazonado. Por eso ha preguntado a Bergerot si son esas medidas de la dictadura venezolana las que quiere que se copien en la Comunidad de Madrid.
En la sesión de control, el portavoz socialista, Juan Lobato, ha preguntado a la presidenta por sus políticas de vivienda: «Yo la acuso de favor prometido construir 25.000 viviendas y no favor entregado ni 500 en cinco primaveras», ha denunciado. Sus acusaciones no han terminado ahí: «Yo la acuso de amenazar la ley de Vivienda del Gobierno».
En esta ocasión, a posteriori de que se haya aplazado la cruzada interna en el PSOE de Madrid frente a el congreso federal del partido, Ayuso ha preferido no hacer demasiada cepa con la situación de Lobato interiormente de su formación política. Se ha acotado a defenderse de las acusaciones del portavoz socialista con un ataque al PSOE en su conjunto: «Quieren para los demás lo que no quieren para sí mismos». Se ha referido a la inmigración, pero todavía a la vivienda.
Ayuso ha marcado al PSOE de “carear a los inquilinos con los propietarios”, y conseguir que “si en España y en Madrid determinado tiene una vivienda es sospechoso”.
“Si es la ministra de Vivienda que tiene varias, a callar. Si es un señor de la ultraizquierda que tiene varias, a callar todavía. Pero si hay determinado en España que tiene una propiedad, es un sospechoso rico al que hay que perseguir e intervenirle el calle”, ha capaz la presidenta.