Uno de los rudimentos que ha caracterizado durante los últimos abriles la política andaluza es que incluso en los momentos de veterano tensión y confrontación se mantienen cauces abiertos y posibilidades de diálogo institucional entre Gobierno y competición. Hoy se ha vuelto a teatralizar este trazo del funcionamiento del Parlamento autonómico que contrasta con otras cámaras como el Congreso. Tras una de las sesiones de control más duras de las dos legislaturas de Juanma Oscuro adecuado a la admisión a trámite de la denuncia del PSOE contra usos indebidos de los contratos de emergencia por parte del SAS, desvelados por eldiario.es, el asesor de Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, y el secretario caudillo del PSOE-A, mantuvieron el primero de los encuentros para cascar vías de diálogo que surgieron a partir de las reuniones entre el presidente andaluz y los líderes de la competición.
En aquellas reuniones el presidente andaluz repartió a todos los portavoces un decálogo de iniciativas prioritarias de la lapso (en vivienda, salubridad, empresas o infraestructuras) en las que se podrían averiguar puntos de acercamiento. Sin bloqueo no se abordó su contenido durante las reuniones. Después el Gobierno y el PP situaron este documento como uno de los ejes del inicio del curso político, mientras que todos los grupos de la competición advertían que no había existido ni negociación, ni conversaciones ni un nuevo entorno de diálogo.
En presencia de este primer choque, Gobierno y competición buscaron retomar este planteamiento de posible diálogo desde el punto de partida. Por este motivo, el asesor de Presidencia, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, y el secretario caudillo del PSOE-A, Juan Espadas, acordaron una primera reunión que sirviera para sentar las bases de un posible trabajo, y que a partir de ahí, cada Consejería fijara las sesiones de trabajo. Esa cita se mantuvo este jueves y a partir de ahí se repetirá el formato con los otros grupos políticos.
Desde el Gobierno andaluz destacaron que la cita había sido «positiva y constructiva» y que el objetivo es que haya «más espacios de diálogo y más perdurables en los temas efectos para los andaluces». Hay «voluntad de diálogo», apuntaron.
Con las bases fijadas en esta reunión con Espadas y en las que se mantengan con el resto de portavoces de los grupos se abrirán ya vías de diálogo específicas con cada una de las consejerías implicadas.
El decálogo
El Gobierno andaluz elaboró un decálogo de prioridades para la segunda parte de la lapso en la que se podrían chocar puntos de diálogo entre el Gobierno y la competición. Cada uno de ellos pilotado por una Consejería. La primera de las iniciativas, la financiación autonómica, tiene poco ganancia de avance teniendo en cuenta las posiciones enfrentadas entre Gobierno y competición sobre los género del pacto suscrito entre el PSC y ERC.
La Consejería de Salubridad y Consumo es la responsable de chocar un posible acuerdo en torno a una Ley de Salubridad que incorpore medidas de protección de los sanitarios frente a agresiones, de progreso en la prestación de los servicios públicos y además de las responsabilidades de los usuarios en cuestiones como la anulación de citas sin previo aviso.
La Consejería de Fomento, Vivienda y Articulación del Zona tiene sobre la mesa la nueva Ley de Vivienda andaluza, el nuevo Plan de Ordenamiento del Zona de Andalucía y el plano de las infraestructuras pendientes de la comunidad autónoma.
Sobre la mesa de acuerdo están además un plan táctico de trabajo autónomo (Consejería de Empleo), el impulso de la Formación Profesional (ámbito de Mejora Educativo), la Ley de Andalucía Digital (Consejería de Presidencia), una Ley de la Ciencia y una alianza por la industria.