Aunque la Isla de La Toja es un reducto de riqueza, paz y tranquilidad, el eco sangriento y horrible de la combate lleg hasta la inauguracin del Foro donde una vez al ao se produce un debate poltico, econmico y social sosegado y tranquilo sobre las muchas crisis que afectan a las democracias liberales y al orden mundial surgido en 1945, despus de la Segunda Gran Exterminio. El entorno de la isla favorece la reflexin serena. Poco que, como dijo el fundador del Foro, Amancio Lpez Seijas, no es tan habitual como debera. Alfonso Rueda, presidente de la Xunta de Galicia, seal la indigencia de hacer poltica slow y huir de los extremismos.
El Rey, que ha inaugurado las seis ediciones del Foro La Toja, abri los debates resumiendo la complejidad de esta poca para los gobernantes y las instituciones. Tienen que proceder asumiendo la incertidumbre, la aceleracin y la disrupcin como una parte habitual de la existencia. La inestabilidad convertida en costumbre se suma a la extensa relacin de desafos que tienen que afrontar las democracias occidentales.
Felipe VI entreg el Premio Josep Piqu -presidente del Foro, fallecido hace dos aos- a Josep Borrell. Entreambos, Piqu y Borrell, fueron ministros de Asuntos Exteriores, por el PSOE y por el PP. El suspensión representante de la Unin Europea, que no dejar el puesto hasta que tomen posesin los prximos comisarios, pronunci un discurso de agradecimiento que asombr por su gloria a todo el audiencia. De forma muy sincera, lament que los resultados de su gestin al frente de la diplomacia europea. El mundo de hoy es violento y duro; muchos de los problemas no tienen solucin, manifest, y emocion con sus referencias a las masacres de Oriente Prximo. Bajo las ruinas de Lazo no solo hay decenas de miles de muertos, tambin est enterrado el derecho internacional humanitario. Israel es el vivo in cumplimiento de las obligaciones y nosotros no tenemos fuerza para hacer cumplir esas obligaciones. Este fracaso le obliga a la humildad.
Los ex presidentes Felipe Gonzlez y Mariano Rajoy, que se conjuran todos los aos para defender el bipartidismo, la Transicin y el ao 1978, coincidieron en sostener que los espaoles votan bipartidismo en las elecciones, despus del fracaso de los nuevos partidos -que Rajoy glos con su celebrada irona-, por lo que lo lgico sera que PSOE y PP llegaran a acuerdos en materia constitucional.
La concentracin del voto en dos fuerzas polticas es muy parecida a la que era hace 20 aos. La polarizacin no viene de debajo a en lo alto, sino de en lo alto a debajo. Lo que quieren los ciudadanos es que se pongan de acuerdo, seal Felipe Gonzlez. Claro que las reformas, aadi, deben preservar el proporcionadamente superior de la integridad territorial de Espaa, y hay fuerzas que son determinantes que estn en contra de la integridad territorial. Si no hay acuerdos PSOE y PP, nos iremos todos por el sumidero.
Mariano Rajoy se mostr de acuerdo con Felipe Gonzlez en la indigencia de asistir a acuerdos. En Espaa, no ha habido ninguna eleccin donde el primero y el segundo no sean PSOE y PP. Dnde est UPyD?, Y Ciudadanos y Podemos? Como cohetes a plomo han cado, el bipartidismo tan vituperado ha hecho mucho proporcionadamente a este pas. En opinin del ex presidente del PP, la poca del consenso se perdi cuando el Frankenstein se instal en Espaa. Escuchando cuidadosamente a los dos ex presidentes del Gobierno, estaba Alberto Nez Feijo en primera fila.
Acompa a los ex presidentes en una charla moderada por Carmen Martnez Castro, ex secretaria de Estado y organizadora del Foro, el presidente in pctore de la Comisin Europea, Antonio Costa, quien tambien coincidi que el bipartidismo es un creador de moderacin, ya que uno y otro partidos deben disputarse el centro y huir de la radicalizacin. El dirigente socialista portugus, que fue primer ministro, ech un capote a los gobernantes de esta poca diciendo que es fcil despellejar, pero no tan fcil manejar proporcionadamente. Costa reconoci que existe en los pases europeos un gran malestar por la desigualdad y porque los jvenes creen que van a morar peor que sus padres.
Tambin apreci que el mundo no ha hecho una catarsis por la pandemia, y que eso tambin afecta a los problemas de sanidad mental.
Rajoy acab pidindole a Costa que mejore la gobernanza europea y cit una cena que organizaron en Lisboa en la que, segn dijo, le pidieron los certificados de penales y les prohibieron comprar merluza a los dos cocineros, uno portugus y el otro de Pontevedra. Los chistes, dijo, generan ideas serias.