Los gobiernos europeos han sido incapaces este viernes de sumar una mayoría suficiente ni a amparo ni en contra de los aranceles al coche eléctrico importado de China, lo que devuelve a la Comisión Europea el poder para adoptar en los próximos días la valentía definitiva que haga permanentes las tarifas que la UE impone de forma provisional desde el pasado mes de julio.
En la votación, sólo cinco países han votado en contra de la propuesta de Bruselas de hacer permanente los gravámenes, entre ellos Alemania, que teme las consecuencias de una desavenencia comercial con Pekín. Adicionalmente, según han informado a Europa Press diversas fuentes diplomáticas, España y otros merienda países se han abstenido; mientras que otros diez han votado a amparo.
Para sitiar la valentía de Bruselas de seguir delante con el obligación requería un bando de al menos 15 Estados miembro que representaran un 65% de la población.
Los expertos de los Veintisiete se han reunido en Bruselas para someter a votación la propuesta formal del Ejecutante comunitario para consolidar los aranceles provisionales, sobre los que las reglas comunitarias obligan a tomar una valentía sobre si se vuelven permanentes antaño del 30 de octubre.
Al término de la votación, el Ejecutante comunitario ha indicado que el resultado supone que ha obtenido “el apoyo necesario” de los Estados miembro para la apadrinamiento de los aranceles para un periodo de cinco abriles.
En su comunicado, la Comisión incluso ha querido dejar claro que “paralelamente” Bruselas y Pekín “continúan trabajando arduamente” para inquirir soluciones “alternativas” y compatibles con las reglas de competencia reto de la Estructura Mundial del Comercio (OMC), esto es, poner fin a los subsidios ilegales de Pekín a los fabricantes chinos y ello con una valentía “supervisada y factible”.
Bruselas aplica desde el pasado mes de julio tarifas de hasta el 38,1% al automóvil de conjunto eléctrica importado desde China como respuesta al perjuicio que genera en sus competidores europeos los subsidios ilegales que el Gobierno china concede a sus fabricantes. El obligación se suma al 10% que la UE ya aplica a las importaciones de vehículos.
Con todo, el vicepresidente crematístico del Ejecutante comunitario, Valdis Dombrovskis, que deje en nombre de la UE en materia comercial, ha insistido en nutrir el diálogo campechano con las autoridades chinas en investigación de una alternativa, incluido la semana pasada en una reunión en Bruselas con el ministro de Comercio del hércules oriental, Wang Wentao.
En el conferencia, Dombrovskis defendió que los servicios comunitarios llevaron a extremidad una investigación sustentada “estrictamente en hechos y pruebas” que ha permitido imponer aranceles temporales para compensar subsidios ilegales y asegurar la “competencia reto” en el mercado interior y que todos los productores compiten en pie de igualdad.
Incluso reclamó que Pekín clausura las investigaciones “injustificadas” que ha iniciado contra productos de la Unión Europea como el coñac, el porcino y lácteos en represalia por la tasa al coche eléctrico exportado por este país.
El portavoz de Comercio en Bruselas, Olof Gill, ha insistido este mismo viernes tras la votación a Veintisiete que las negociaciones “están en marcha” y que la Comisión “sigue abierta a encontrar una alternativa” con Pekín en paralelo al procedimiento para que los aranceles sean formalmente adoptados de aquí al 30 de octubre. Los gravámenes aún siendo definitivos, recuerdan fuentes comunitarias, pueden ser suspendidos o retirados en cualquier momento si hay un acuerdo que resuelva las irregularidades.