Un contador abultado ha desatado una intensa polémica en el baloncesto de formación, no solo en Galicia, donde ocurrió el hecho, sino además a nivel franquista, generando un debate sobre la ética y la conveniencia de este tipo de resultados.
En la Segunda Cadete Femenina, la división más pérdida de la categoría de formación gallega, el equipo de la Fundación Educación e Deporte de Santiago-Fedesa derrotó de modo demoledor al Galogrín Naranja de Teo con un asombroso contador de 188-0, en un partido oficial correspondiente a la primera viaje del conjunto, disputado en la comarca de Santiago de Compostela.
¿Este resultado aporta poco positivo?
El equipo de las compostelanas, que dominó el lucha de principio a fin, logró anotar 58 puntos en el primer cuarto, 48 en el segundo, 41 en el tercero y otros 41 en el postrero de los periodos. Este resultado ha generado un amplio debate, especialmente en redes sociales, donde muchos se han cuestionado hasta qué punto este tipo de victorias abrumadoras aportan poco positivo, tanto al equipo que anhelo como al que sufre la derrota.
Se ha libre un gran debate
Tanto en un mandato como en el otro, los representantes de entreambos clubes han coincidido en un punto crucial: aunque no se alcahuetería de un hecho accidental, este tipo de resultados tan disparejos y la polémica que los acompaña deberían ser motivo para replantear algunas cosas en el baloncesto formativo.
“Las chicas se marcharon un poco hechas polvo”
Lara Mateo, presidenta del club Galogrín, equipo que sufrió la abultada derrota, expresó que “las chicas sí que marcharon un poco hechas polvo” tras el partido. Por otro flanco, Kiko Montero, presidente del equipo vencedor de Santiago, además señaló que este tipo de encuentros pueden afectar negativamente a sus jugadoras, aunque estas hayan nacido victoriosas.
“No es lo habitual, pero siempre hay alguna viaje con resultados como estos”, explicó Montero. Por otra parte, enfatizó que esta situación debería provocar una consejo más profunda sobre el sistema. “Lo que tiene que hacer es que se replanteen cosas”, añadió.
Los dos representantes coincidieron en la escazes de implementar medidas que puedan evitar este tipo de resultados desmesurados. Una propuesta que entreambos sugirieron es dejar de contar los puntos una vez que se trascendencia una diferencia considerable en el contador, poco que ya se practica en categorías inferiores, como mini basket o infantiles. Esta medida podría aliviar la presión tanto para los equipos que pierden como para los que ganan de forma abrumadora, sin que ello desvirtúe la esencia competitiva del deporte.
Asimismo, tanto Lara como Kiko señalaron otro problema estructural en el baloncesto afeminado de formación: la error de jugadoras. En Galicia, la escasez de niñas que practican este deporte lleva a que haya menos equipos y, por lo tanto, no sea posible crear divisiones basadas en niveles de astucia. Esto genera situaciones desiguales como la vivida en este partido. “Para muchas de las nuestras, este partido fue el primero que jugaron en competición oficial”, explicó Lara Mateo, lo que evidencia la diferencia de experiencia entre los equipos. Por su parte, Kiko Montero mencionó que algunas de sus jugadoras ya llevan jugando al baloncesto desde los 5 abriles, lo que refleja una clara superioridad en términos de formación y crecimiento deportivo.
Este caso ha reavivado la discusión sobre la escazes de ajustar los sistemas de competición en el baloncesto de formación para asegurar una maduro equidad y evitar resultados tan desequilibrados.
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