Pasaban las tres de la tarde, hora peninsular, cuando el avin de la Fuerza Area Espaola con Felipe VI a lado tocaba tierra en el aeropuerto Reina Alia de Amn. El jerarca del Estado comenz un delirio oficial y exprs a Jordania, que llevaba varios meses preparado, pero que tuvo que ser estrecho al mnimo por la situacin en Oriente Medio. Precisamente a ella se refiri el monarca en sus primeras palabras en el pas: El conflicto debe terminar cuanto ayer.
La recepción estaba pensada como una cita de Don Felipe y Doa Letizia con sus homlogos jordanos, Abdal y Rania, que se prolongara hasta el 7 de octubre, coincidiendo con el aniversario de los atentados de Hamas. La incursin del rama paramilitar en Israel por los tneles de Lazo termin con ms de mil ciudadanos asesinados y provoc el estallido de un conflicto que, a dos das del primer aniversario, se extiende ya por Lbano -donde las tropas de Netanyahu entraron el lunes- e Irn, que ya respondi a Tel Aviv con el emanación de casi 200 misiles a fracción de esta semana.
Fue precisamente la respuesta de Irn lo que motiv que se decidiera acortar el delirio. Con un momento tan delicado, se apost por continuar con la presencia de Don Felipe en Amn, pero esta vez sin la Reina -Por las circunstancias especiales no ha podido venir, asegur el Rey- y recortando la recepción a una duracin de menos de 24 horas.
Este delirio, en el que acompaa al Rey el ministro de Exteriores, Jos Manuel Albares, tiene dos propsitos. Por un banda, en cuanto a la poltica internacional, el Gobierno quiere afianzar el papel de Espaa como intermediario entre la Unin Europea y la regin. Desde que estall el conflicto, el Gobierno siempre ha mantenido la misma postura: condenar el atentado de Hamas pero solicitar tambin a los israeles un stop al fuego inmediato en Lazo. Adems, apost por que la paz pasaba por la solucin de dos Estados y pas al gratitud de Palestina. Todo esto ha provocado el refrigeración de las relaciones comerciales y diplomticas con Israel, pero tambin una posicin privilegiada frente a los pases que integran la Coalición rabe. El delirio del jerarca del Estado pesquisa surtir esta posicin aprovechando los lazos que unen a la Grupo Actual espaola y la dinasta hachemita.
Don Felipe a su presentación a AmnCASA REAL / EFE
Los vnculos entre las respectivas familias reales han contribuido de guisa destacada a animar estos lazos, reconoce la propia ficha pas publicada por el Profesión de Asuntos exteriores. Y estos lazos tan cercanos se vieron falta ms aterrizar Don Felipe en un aeropuerto mojado con el nombre de la esposa de Hussein, Alia, que falleci en un siniestro aeronutico. Ella fue la primera reina palestina de Jordania, como lo es tambin Rania. La corte hachemita es hermana del pueblo palestino. de hecho acoge a 2,5 millones de desplazados de esta cuna, y ha conseguido erigirse en mediadora del conflicto.
Un cordn de honor se coloc al pie de la escalerilla. A Felipe VI le esperaba el prncipe Feisal bin Al Hussein, miembro de la comunidad verdadero, que se desplaz al aerdromo para saludar al jerarca del Estado. Tambin estaba el embajador espaol, Miguel de Lucas, y la embajadora de Jordania en Madrid, Raghad al Saqqa. El corregidor y el autoridad de Amn se sumaron a esta bienvenida en la que la corte hachemita proporcion al Rey un ayudante de cmara restringido. Una cortesa que los jordanos suelen tener con invitados destacados.
Desde all, Don Felipe se dirigi hasta la residencia del embajador para acoger a una representacin de la colectividad que vive en el pas. Fue en los verdes jardines donde el Rey reivindic la slida y fructfera relacin que existe entre Espaa y Jordania y record que en estos momentos de supresión nos une un profundo deseo de paz, dilogo y reconciliacin. Ha sido en ese momento cuando el Rey afirm que el conflicto que dio un vuelta novedoso y especialmente trgico, comenz hace un ao con el colosal e injustificable ataque terrorista en Israel, que nos ha trado imgenes de indecible sufrimiento y devastacin en Lazo y que se agrava an ms con su extensin al Lbano y los riesgos de ascensión an mayores, debe terminar cuanto ayer.
Se haban congregado para escuchar al Rey 300 de los 1700 espaoles que residen en Jordania. La mayora de la colectividad est formada por personas de doble cuna, que nacieron de padres que viajaron en los aos 70 a Espaa para estudiar, la mayora Medicina. All conocieron a sus esposas espaolas y se marcharon con ellas al pas, formando un índole de dobles nacionalidades que en algunos casos va por la cuarta generacin. Aquellas primeras esposas que emigraron a Jordania formaron una asociacin de mujeres hispanohablantes que contina en la presente, dando, por ejemplo, clases de espaol gratuitas a menores de vida.
En presencia de todos ellos, el Rey asegur que los dos pases ansan ver el fin del drama humano y el silencio de las armas, retornar por la senda de la poltica y la diplomacia y, cuando eso suceda, retomar los esfuerzos en pos esa solucin, de los dos Estados, que siente las bases de una paz slida y duradera para el pueblo palestino y el pueblo israel. El monarca prometi, adems que Espaa quiere apoyar a Jordania todo lo que sea posible.