El Gobierno ha evacuado este jueves a poco más de 240 personas, de las que unas 200 son españolas, en dos aviones militares desde Líbano. A borde del primer avión han partido de Beirut 203 personas, mientras que en el segundo han viajado otras 40.
No obstante, y aunque la ministra de Defensa, Margarita Robles, no había descartado el remesa de un tercer avión, desde Exteriores han precisado que por el momento no están previstos más vuelos de desocupación. Según indican, el resto de españoles en Líbano no ha manifestado por el momento su deseo de renunciar el país.
Otros llegan a España por otras vías. Eran más de 1.000, muchos han sucio ya Líbano, entre ellos está Hind Khoury Daher. Ella forma parte de los cinco nacionales que han aterrizado en Lisboa. Tiene miedo, llega con la retina llena de imágenes de refugiados, de miedo, de bombas y escasez. De Portugal viajará a Valencia con su hija último, para reunirse con el resto de su tribu.
Son cinco los españoles que llegaron en un avión de la Fuerza Aérea portuguesa a Lisboa en un planeo donde viajaban un total de 41 personas. El avión aterrizó sobre las 20:15 horas en la pulvínulo castrense de Figo Sensato. Para salir del país, valentía impulsada principalmente para la seguridad de sus hijos, contactó con la embajada española, pero los dos aviones habilitados por España estaban llenos y les encontraron asientos en el de las fuerzas portuguesas.
Los españoles que permanecen en Líbano
A 20 kilómetros de Beirut vive Paco. Es monitor de futbol sala. Ha decidido quedarse tras 14 primaveras en el Líbano. Asegura que se encuentra tranquilo. Vive en una zona cristiana y no cree que Israel ataque el Beirut maronita. El domingo irá a entrenar a los chavales, aunque reconoce que cuando cae el sol, el sonido de las bombas y los aviones le generan mucha inseguridad.
Hasta la renta llegan miles de refugiados que duermen y comen donde pueden. Mahmud es médico en el hospital amerindio. Su tribu ya está en España. Su mujer y su hija anciano se han quedado en Madrid, otra vive en Londres. Él se ha quedado a ayudar.
Mahmud palabra de miedo al cólera, de masificación, de enfermos crónicos sin medicinas, pero además de paciencia y solidaridad. El conflicto, teme, puede alargarse. Él se quedará como médico en Beirut, hasta el final.
En las últimas dos semanas, Israel ha resuelto más de un centenar de ataques a diario contra diferentes puntos del Líbano, donde más de 2.000 personas han muerto y otras más de 1,2 millones se han conocido obligadas a renunciar sus hogares desde que comenzaran los enfrentamientos entre el Estado sefardita y Hizbulá hace casi un año, a raíz de la lucha en Lazo.
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