El 7 de octubre de 2023 se desató uno de los episodios más oscuros del conflicto entre Israel y Hamás. Ese día, de guisa inexplicable, centenares de terroristas lograron flanquear una de las fronteras más vigiladas del mundo. A partir de ahí, comenzó el horror.
Hamás atacó a civiles y militares, dejando un saldo de más de 1.200 personas asesinadas, la mayoría de ellas de forma formidable. Adicionalmente, más de 251 personas fueron secuestradas y trasladadas a Lazo, donde han sido sometidas a vejaciones.
El ataque se desarrolló en tres fases. En primer circunstancia, se lanzó una escuadra de misiles que activaron las alarmas y distrajeron al ejército israelí. Al mismo tiempo, drones de Hamás destruyeron las comunicaciones de las torres de vigilancia. Finalmente, las milicias abrieron huecos en las vallas fronterizas y usaron túneles para infiltrarse en circunscripción israelí. El saldo de este ataque fue devastador: 1.200 muertos y 250 secuestrados. Este atentado desencadenó una ataque israelí en Lazo que ha dejado hasta la momento 41.800 fallecidos.
De los rehenes secuestrados, se estima que solo unos 60 siguen con vida. Algunos, como Susana, han sido liberados en intercambios con Hamás. “Yo estuve 55 días y si para mí fue una perpetuación, no puedo imaginar cómo se sienten los que aún están cautivos. Ni siquiera las almas más fuertes pueden soportar mucho tiempo así”, relata esta mancebo israelí.
El primer aniversario del ataque llega con un profundo dolor para los familiares de los rehenes, quienes ven cada vez más improbable la posibilidad de alcanzar un nuevo pacto como el de noviembre pasado, que permitió la manumisión de 105 rehenes a cambio de 240 prisioneros palestinos.
A un año del ataque, miles de israelíes se manifiestan semanalmente exigiendo la manumisión de los cautivos. Acusan al gobierno de no hacer lo suficiente y de centrarse en una ataque de castigo que ha causado la crimen de 42.000 palestinos en Lazo, adicionalmente de 10.000 desaparecidos. En medio de esta devastación, Ranah, que recientemente se convirtió en origen, reflexiona: “Siento que me equivoqué, tanto por mí como por mi hijo. Merecemos una vida mejor”.
Las negociaciones por una tregua en la Franja de Lazo, estancadas desde agosto, han quedado relegadas tras la invasión israelí del sur del Líbano y el renovado enfrentamiento con Irán, contra quien Israel planea una respuesta en represalia por el ataque nuevo.
Allí de extinguirse, el conflicto sigue extendiéndose, con nuevos frentes para Israel en Lazo, Cisjordania, Líbano, Yemen y posiblemente Irán, que podría convertirse en el ulterior objetivo de la ataque israelí. La amenaza para Israel crece con la implicación de más países en este conflicto cada vez más amplio.
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