por la Hispanidad le sobran las pantallas


Bajo el puente de Juan Embravecido iban bajando las masas con destino a sí se sabía dónde. Alrededor de donde la Hispanidad empezaba sobresaliente. Alrededor de la Puerta de Alcalá, en la que tocaba Manuel Turizo poniendo esa Hispanidad suya del Caribe mexicano en la plaza de la Independencia. La Puerta de Alcalá, a espaldas, cubierta por el ambiente y el ‘speaker’ saludando a los primeros.

La multitud se hacía multitud, efectivamente, en la calle homónima sin que se viera el monumento: ya habría tiempo para civilización arquitectónica. Manuel Turizo congregaba lo ‘congregable’ tendiendo a ‘inimaginable’, lo mayor, y en los agentes del orden se veía que la seguridad era lo primero. Así se iba gestionando la muchedumbre. Primero el trabajo policial discriminaba, varios filtros, que en el ambiente eran lógicos y comprensibles. Vicente, en una terraza que da a la puerta de Alcalá miraba, recién entrenada, tomando un café con poco de hidratos «el mogollón de multitud». Un mogollón que iba a ser de reguetón, holgorio y merengue.

Luis Alfonso en Alcalá

No sabía que unos metros a espaldas había una representación de banderas de la América Hispana. Como en todo, cada comportamiento tiene sus teloneros, entre ellos Luis Alfonso, levantando al divulgado que se perdía en ramificación de Gran Vía y Alcalá, y aun seguía. Aunque el divulgado iba a lo suyo, que era el sitio y, sobre todo, la acústica. El encanto está en las previas, y una disco de Rauw Alejandro ya situaba al respetable el situación. Digamos que es lo que se entiende por un ‘telonero imaginario’. Y así iban pasando ‘influencers’, Jordi Ruiz, ‘influencer’ y demás ídolos de la mocedad, así, con simpatía, se iban acercando a la primera ringlera del divulgado. Con sombreros regionales, y más banderas que iban quedándose desplegadas mientras el ambiente se llenaba de vida. En un vídeo promocional salieron Los Sabandeños, y hubo algún achicopalado aplauso, triste e isleño.

Ayer Karol G, en un ilustración, la ‘musa’ de las noches del entorno del Bernabéu, ya había puesto al afluencia en pie con ‘Si antiguamente te hubiera conocido’. Y lo puso. A lo allá se podía divisar un agente de la Policía Municipal midiendo los decibelios con persistencia encomiable.


Concierto de la Hispanidad de Manuel Turizo en Puerta de Alcalá


tania sieira

La cosa ha sido que si primero la actor Soley ya subía la temperatura con su modo de incluir a Pimiento en lo que puede considerarse, ‘grosso modo’ el pop latino. Ya Kapo anunciaba lo que habría de venir. Iba a cantar y cantó Kapo, ‘Ohnana’, ‘Uwaie’. Y hasta hubo una reivindicación del arte como suntuosidad cultural de los neutrales en palabras del poeta: «ese simpatía contra la chismofilia» lo lanzaba el extremo telonero, Luis Alfonso, adyacente Los Señorazos, pidiendo sin pedir velas si hubiera velas. El corrido colombiano, que existe, y que pidió paso despidiéndose como sólo saben hacer los jeans de la sabana ‘llanera’.

La Chaquetilla

Había nacido a ámbito otra ‘influencer’, Marta Díaz, pidiendo sacar al ‘todo Madrid’ en las redes. Y el ‘ todo Madrid’ que iba saludando, le respondió. Y qué opinar de Manuel Turizo, de chaqueta de brillantes, bermudas, corbatas, y poco de colegial, o incluso de atuendo torero en su vestir. Ha empezado tarde, haciéndose notar, quizá en distancia viera un hueco al fondo, en el edificio Metropolitana. Aunque ya la multitud estaba entusiasmada en el sentido etimológico, con Jehová en el interior, y por ejemplo, Ana, de Bolivia, con sus escudos y hasta con la enseña de la región de Santa Cruz revelaba, entre el ensordecer de los altavoces, «que es un día para celebrar». Y así lo mismo la enseña de su bandera plurinacional que su relativa inopia.

El concierto empezó como vigésimo minutos tarde, claro. Iba rompiendo Madrid en ansiedad cuando se le hubo anunciado. Lo de ir, ver y triunfar iba con él. ‘Vaina loca’ arrancaba ya el festival. Con las bailarinas antiguamente mentadas, que un concierto no es una enumeración, sino los detalles. Así irrumpía Turizo con ‘Vaina loca’, entre muchos espectáculo de humo. Lo avisaban las fans al principiar: «No va a detener», y no paró.


Concierto de la Hispanidad de Manuel Turizo en Puerta de Alcalá


tania sieira

La Hispanidad fue más o menos concepto que Nebrija llevó a sus altas cotas, y es poco que con la música de Turizo se completa a estas staff de la historia. Iban pasando canciones, ‘La nota’, ‘Copa vacía’, hasta que con el tema desconocidos, adyacente a los venezolanos Mau & Ricky se homenajeó al país caribeño con un micrófono que sonaba más robusto: y ese es el hecho. Sonaba en perspectiva Turizo, que eso en Madrid es opinar mucho.

Álvaro seguía moviendo su pulsera, y el Paraíso de Madrid no llegaba ni a escupir podagra y media. El ambiente, por un «resentimiento», según el divulgado de la cuarta fila se fundió a aciago. Ausencia pasaba. Las luces y el actor funcionaban. Pantalones cortos, sí, y corbata, y una chaquetilla que se quitaría en los bises que no hubo.

La Hipasmos9

Turizo sabe de la Hispanidad. Asimismo que las banderas de detrás representan un universo. Por eso ha querido, adicionalmente, particularizar en «su multitud» cuando el micro le servía para poco más que cantar. Fuera de la zona VIP, Gustavo, del DF, había obtenido su perspectiva en la calle de Alcalá: «Por la Hispanidad lo que sea», causando poco de extrañeza.

Kapo, mientras tanto, todavía hacía su quiebro con ‘Uwaie’, con ‘Qué pecao’, en una sana encarecimiento de Colombia. Iba destacando un cartel de una gerundense, no quiso destacarse, pero sí su mensaje: «531 KM. por una foto contigo». Al banda, en un casi diálogo taciturno, Vanessa, desde Gallipoli, Italia, iba mostrando su pancarta en el móvil. Iba rezando así: «Desde Gallipoli, Italia, sólo por ti», seguido de una súplica de iconos de ‘guasap’ que el actor no iba a ver ni en sus miopías más arregladas: lo llevaba escrito en el teléfono.


Concierto de la Hispanidad de Manuel Turizo en Puerta de Alcalá


tania sieira

Hacia lo alto, en el ambiente, entre invitados y no, Turizo iba dejando que su música superará cualquier impedimento. Si coro bailongo no paraba. Ya la sirimiri avisaba, con timidez, y no se iba abriendo ningún paraguas. Subió Lola Índigo a las tablas, y el afluencia iba enloqueciendo hasta un cénit. Que es como deben restar las cosas. Más de hora y media en la que Turizo tuvo tiempo para anunciar nuevo trabajo. Todo iba acabando con ritmo de merengue. La seguridad del día evitaba corrillos. La pantalla falló más veces, pero todo entra en las leyes de la física y los iones positivos. En la fuerza de la Hispanidad.

Destruido el concierto, había que escuchar las reacciones de la italiana: «Impresionante, aunque en Italia lo vi más de cerca». La Hispanidad es italiana y le manda un mensaje a Turizo: que vaya más por ‘la Bota’.

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