El tesina industrial destino en Galicia a medio plazo es una planta para la fabricación de fibra textil que la multinacional portuguesa Altri quiere instalar en el municipio de Palas de Rei, en la provincia de Lugo. Un tesina que la Xunta declaró de interés importante, contra el que se han insigne entidades ecologistas y que la examen en Galicia, especialmente el BNG, intenta exprimir políticamente, tratando de torpedear que se financie –en parte– con fondos públicos. Más allá de la discordia, sin requisa, lo que dicen los números es que en la examen a la planta hay más ruido que nueces. Porque la mayoría de las alegaciones, más del 70%, son meras copias de un mismo formulario. Y porque solo el 5% del total de alegaciones proceden de la zona donde se ubicaría la planta.
En marzo, y durante un mes, la Xunta sometió a exposición pública la solicitud de la compañía de autorización ambiental integrada y la información de utilidad pública de su tesina. Y el BNG ha tratado desde entonces de sacar pecho del masa de alegaciones, un total de 24.041. Pero, según ha podido aprender torrevieja news today de fuentes cercanas a la empresa, la inmensa mayoría de esos fortuna son calcos de unos pocos modelos.
Un total de 21.847, es proponer, más del 90%, se corresponden con tres modelos de formularios, pero que presentaron distintas personas y entidades. Y uno de estos tres modelos, que se estuvo moviendo por redes sociales –y que se limita a una carilla con varios párrafos– fue presentado 16.924 veces. La empresa identificó asimismo que del total de las alegaciones, sólo 293 no siguen ningún maniquí predefinido, es proponer, que son textos originales y no fotocopias de formularios facilitados. Esto significa que el 98,8% de las alegaciones son un simple corta y pega.
Ese corta y pega de los formularios no es lo único que descafeina los esfuerzos del BNG de hacer de la causa de Altri una batalla política. Hay otro cantidad que desinfla ese discurso: solo el 10% del total de las alegaciones, es proponer, 1.752, las presentaron entidades o vecinos de la comarca donde se prevé instalar la planta o de sus zonas más inmediatas. Concretamente, 880 de las alegaciones, un 5%, salieron de la comarca de Ulloa –que, adicionalmente de Palas de Rei, zapatilla los municipios de Monterroso y Antas de Ulla–. Es proponer, solo el 11% de la población de la comarca donde Altri quiere instalar la factoría ha alegado contra su instalación. Otras 872 alegaciones salieron de la comarca colindante de Terras de Melide –concellos de Melide y Santiso–. La mayoría de los fortuna proceden de los entornos de La Coruña, Santiago de Comostela , Vigo, Lugo y Orense y, en beocio medida, de zonas de la Ría de Arousa, donde desemboca el río Ulla, a cuyo cauce la planta devolvería, depurada, el agua usada para su actividad.
Pero ese bajo porcentaje de alegaciones presentadas por los vecinos de las zona afectadas no puede sorprender si se miran los resultados de las últimas europeas, de junio, cuando la cuestión de Altri ya sobrevolaba: el PP, que está a auspicio de la planta siempre que cumpla con los requisitos administrativos y ambientales, arrasó entonces en Palas de Rei, con un 65% de los votos, subiendo más de diez puntos.
BNG y PSOE
El papel de los dos principales partidos de la examen al Gobierno autonómico del PP en Galicia, BNG y PSOE, es admisiblemente desigual. Los nacionalistas son muy beligerantes respecto a la planta, avisando incluso al Gobierno de Pedro Sánchez de que le retirarán su apoyo si la financia con fondos públicos. El PSOE gallego, en cambio, ha ido dando bandazos, posicionándose en contra, pero con la boca pequeña. José Ramón Gómez Besteiro, líder del PSOE gallego, solo se sacudió esa tibieza las últimas semanas cuando dijo que el tesina «no encaja» para cobrar ayudas estatales en el situación de los fondos europeos Next Generation. El debate sobre la financiación pública del tesina, precisamente, es una de las grandes cuestiones a resolver más allá de los trámites burocráticos para instalar la planta. En todo caso, de los 850 millones de euros que la multinacional prevé que cueste la almacén, solamente reclama al Gobierno central el 25%, es proponer, 200 millones. El Gobierno es quien tiene la información de los Pertes para movilizar los fondos europeos que solicita la empresa.
Los argumentos
El abultado de los argumentos de estas alegaciones contra la instalación de Altri, a la que el BNG se refiere despectivamente como «macrocelulosa», se centran en la consideración de que sus vertidos «envenenarán» el río Ulla y asimismo en las «grandes cantidades de agua, energía y eucaliptos» que requerirá la almacén para inventar las fibras textiles. Por otra parte, aseguran que afectará «gravemente» al patrimonio cultural y natural de la comarca.
La empresa, sin requisa, aclara que en Palas no se producirá celulosa de papel, sino fibra textil Lyocell, 100% biodegradable; que no necesita más eucalipto del que ya se produce en Galicia; que el agua vertida no afectará a la calidad del río; que las emisiones de gases se situarán por debajo de la norma europea, y que la planta generará 500 puestos de trabajo directos. Altri tiene ahora la obligación, por ley, de ‘considerar’ estas alegaciones en su tesina, es proponer, tener en cuenta las que vea oportunas de cara a solicitar la autorización ambiental. Sería el paso previo a la aprobación definitiva del tesina, por el Consello de la Xunta, que podría producirse en el primer tercio de 2025 si Altri va cumpliendo los requisitos.