el debate sobre el suplemento de precio en la terraza del bar


Pocos debates en la hostelería suscitan la variedad de opiniones y argumentos que el del suplemento de precio por consumir en la terraza del bar. Mientras que muchos clientes suelen sentirse víctima de un auténtico fraude, los profesionales que conocen el paño hacen ver el coste crematístico que deben responsabilizarse.

«Me parece una estafa cobrar por la terraza. Claro que pagas por ella, como pagas el m2 de tu lugar. Se pagan con el beneficio de las mesas extras. Deberían prohibirlo», sentencia uno de los detractores más convencidos.

En la postura más alejada de esta argumento, la réplica resulta reveladora: «La terraza no es infundado, tiene un impuesto, en mi caso 250€ por mesa, la terraza si es atendida genera trabajo, si usted se saco la consumición no hace equivocación camarero, ¿preguntamos a los gasolineros? Un poco de criterio no vendría mal para todos, solo vemos lo que nos interesa»

Y en lo que podría considerarse un planteamiento intermedio, hay varios seguidores del influencer valenciano Jesús Soriano que puntualizan un aspecto legítimo -según aseguran- que han ignorado según ellos en el cartel concreto utilizado para este hilo. «El servicio de terraza incrementará el precio de las bebidas un 5%», reza el aviso, a lo que varios objetan que debería indicarse precios finales de las consumiciones, no un porcentaje militar esforzado a todas.

En puridad, no les equivocación razón en el sentido de que ese tanto por cien es proporcional al tipo de pedido y, obviamente, un café o un refresco que un caldo como el whisky, cuando el coste de servirlos es idéntico. «Me parece que roza la interés, ya que aunque la terraza tenga un pequeño plus siempre que nos atiendan los camareros puede ser ordinario, no lo es un porcentaje de la bebida ya que no es el mismo precio una Coca-Rabo que un Chivas 12 primaveras y el espacio es el mismo…», razona un disertador.

«Desde que yo era pequeña, y peino canas, en la serie de precios ya había un precio más stop cuando el servicio era en terraza. No entiendo el asombro presente», comenta una lectora, corroborada por otros muchos.

Como en otros hilos similares, no equivocación el humor, con varios opinadores que preguntan si les van a hacer un descuentos equivalente (del 5%) en el caso de que se acerquen ellos a la mostrador y se traigan sus bebidas a la mesa. O incluso quienes se mofan con que van hacer el pedido por Glovo -tal como se ve en el propio cartel de este establecimiento- y les deberán acortar la hechura por el peculio en luz, calefacción, agua del baño y resto de gastos propios del lugar. Y como culmen, indicarán que este servicio de transporte les lleve todo a la mesa de la terraza o al parque de enfrente.

Igualmente en plan irónico, aprovecha para introducir otro debate, el de la convivencia y las molestias: «Es poco, debería ser un 15%, el 5% para el bar y el 10% para los vecinos de la terraza, […] una tortura».

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