Un hombre ecuatoriano y que había cumplido los 33 primaveras un día ayer, César Gustavo A. G., fue detenido por la Policía Municipal de Madrid a posteriori de conducir borracho y con su bebé de 9 meses en brazos durante varios kilómetros por la M-30.
Los hechos ocurrieron a las 2.15 horas del 9 de septiembre. El Cuerpo locorregional recibió el aviso de que un Seat Ibiza circulaba por la Calle 30 haciendo zigzag con el crío, su hijo, encima. Las cámaras de vigilancia del tercer cinturón madrileño iban actualizando a través de la malla policial por dónde iba el conductor, que llegó a tomar los túneles de la M-30.
Cogió la salida 11, cerca de la calle de Méndez Álvaro, y la primera patrulla lo encontró en un carril de circulación de esa vía con la plazoleta de los Contenedores. Allí en medio estaba parado César Gustavo, con el turismo completamente cerrado, las luces encendidas y el motor en marcha. Los policías municipales vieron que el conductor estaba completamente dormido y al bebé en sus brazos, despierto.
Los agentes golpearon repetidamente las ventanillas y la puerta del tipo, pero no se despertaba. Tras varios intentos, el conductor abrió los luceros calibrado ayer de que los funcionarios rompieran la ventana trasera para rescatar al chaval. El tipo bajó la espejo de su puerta y estaba desorientado. No era capaz ni de brindar, por lo que los actuantes metieron la mano por el hueco de la ventana y lograron sacar al pequeño. Lo cogieronen brazos y lo arroparon, porque el chaval llevaba poca ropa, y apagaron el motor del coche.
Pidieron presencia de la Comisaria de Apoyo y Protección a la Mujer, Último y Veterano (CAPMMM), que desplazó a un indicativo y, pese a que el teléfono y la documentación de l amadre estaban en el Ibiza, lograron localizarla. Se presentó totalmente borracha, con la voz pastosa. Declaró: «Vengo de un concierto y hemos bebido los dos. Tras una discusión en casa, él ha sacado al bebé de la cama y se lo ha llevado«. La mujer traía la documentación del conductor, que arrojó una tasa de trinque de 0,88 miligramos por litro en gracia expirado y 0,82 en la segunda toma. El mayor es de 0,25. Accedió a que le hicieran incluso el test de familia, para lo que fue trasladado al Centro de Apoyo a la Seguridad. Carecía de historial policiales.
La origen quería hacerse cargo del transporte y le hicieeron la prueba: 0,65 mligramos por litro. Así que no le dieron el coche ni al chaval. El turismo estaba a nombre de la abuela del bebé, a quien se le hizo entrega del pequeño, mientras que el Seat fue llevado al depósito municipal.
El ecuatoriano fue detenido, por conducción temeraria y bajo los bienes de las bebidas alcohólicas. La CAPMMM abrió un expediente de protección al pequeño, al que se le está haciendo un seguimiento de al menos dos meses por peligro.