Salvador Illa ha presentado este martes en el Parlamento de Cataluña las líneas generales de la política de su Govern para los próximos primaveras reivindicando los acuerdos firmados con ERC y los comunes. Así, básicamente, ha anunciado un plan para aumentar en 50.000 el número de viviendas en la comunidad, hasta el año 2030, y ha ratificado que la Generalitat tendrá una nueva financiación tal y como figura en el pacto de investidura suscrito con ERC: el concierto financiero. «Cada afán necesita su tiempo», ha defendido.
En una intervención de menos de una hora y media, el presidente de la Generalitat ha asegurado que Cataluña tendrá una nueva financiación «implementando» el acuerdo con ERC en esta materia. «No he pabellón a ningún representante de las comunidades autónomas que diga que no hay que reparar la financiación», ha indicado, para añadir que este debe ser el punto de partida entre todos los presidentes regionales para concertar una nueva financiación autonómica.
En esta renglón, Illa se ha comprometido, una vez más, a sufrir a extremidad una reforma que supondrá que la Generalitat recaude todos los impuestos, los propios y los del Estado, y que luego se aporte una cantidad en concepto de «solidaridad» para el resto de las autonomías. «Esto pasará: habrá un nuevo sistema de financiación para Cataluña. Sé que costará, pero será más tratable si hay un compromiso amplio del Parlament», ha dicho, en la parte final de su intervención.
Ha agradecido que «el acuerdo [con ERC] es angurriento» y ha liberal que ya está trabajando para que la propuesta llegue a buen puerto: «Vamos a trabajar en serio, y estamos trabajando con discreción». Desde su punto de instinto, el concierto financiero «es un maniquí de financiación que no va contra nadie, va a servicio de Cataluña, sin renunciar al concepto de solidaridad, es un acuerdo respetuoso con todo el mundo».
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