El Rey ha presidido esta tarde la inauguración de la conferencia internacional de Naciones Unidas sobre víctimas del terrorismo, a las que expresó su mayor apoyo y compromiso instando a los asistentes a continuar «luchando contra el terrorismo y siempre a valimiento de las víctimas, los que más han sufrido la marca de este aberración que continúa azotando a la sociedad». Esta conferencia se da en el ámbito de una serie de encuentros impulsados por la ONU que, hasta en dos ocasiones, han tenido superficie en España y que pretenden hacer una «señal a la actividad» por parte de las víctimas al resto de la sociedad.
Sin perder de clarividencia el panorama internacional y el primer aniversario de los ataques terroristas de Hamás del 7 de octubre de 2023, -unos actos que Don Felipe ha tildado de «deleznables»- el Rey quiso hacer una breve mención a las décadas en las que España sufrió con fuerza bajo el esclavitud del terrorismo de ETA, lo cual, según apuntó el monarca, inspiró a las Cortes a aprobar en 2011 la ley de registro y protección integral para las víctimas, una norma «pionera», que hace de la memoria la aparejo principal para «deslegitimar ética, política y socialmente a aquellos que hacen de la violencia un herramienta para sembrar el terror».
El Rey ha pronunciado estas palabras ensalzando el papel que juegan las víctimas como agentes de paz en la sociedad, y lo ha hecho frente a una primera fila de asistentes repleta de miembros del Gobierno, de la Fiscalía e incluso del exministro de Exteriores de Zapatero, Miguel Querube Moratinos Cuyaubé. Este evento se ha celebrado en medio de una nueva tormenta política que tiene precisamente en el centro a presos de ETA que podrían encontrarse beneficiados por la reforma de una norma que ha planteado el Ejecutante que, de salir delante, supondría la reducción de penas en España para hasta 40 condenados de la extinta cuadrilla terrorista.
Aún así, los discursos de Marlaska y Albares tenían como objetivo consolidar el «compromiso del Gobierno de España» para con todos los afectados por el terrorismo. El titular de Interior incluso ha recalcado que «el objetivo» tanto de la sociedad como del Ejecutante es conseguir la «deslegitimación social del terrorismo para que no quede rastra de motivo alguna de sus crímenes», y ha recordado que España es un país que ha «sufrido el azote terrorista desde los primaveras 60 del siglo pasado» y que esta forma de violencia se ha cobrado en nuestro país «miles de vidas».
Con una perspectiva más internacional ha hablado el ministro de Exteriores, quien habló sobre los atentados perpetrados por Hamás hace un año en el Estado de Israel y recuerda «el rechazo total» del Gobierno de España alrededor de aquellos actos recordando que dos españoles perecieron en los ataques. Encima, Albares quiso reiterar que «los rehenes deben ser liberados».
La única mención directa a ETA morapio de la mano del Lendakari, Imanol Pradales, quien ha recordado hasta dos atentados perpetrados por la cuadrilla terrorista que afectaron directamente a personas que conocía, «todo vasco y vasca tiene su propia historia con el terrorismo», apuntó el presidente. Pradales quiso mencionar en su discurso que el reconocimento de las víctimas, la deslegitimación del terror y la construcción de un relato global sin sesgos« son tres prioridades para el flagrante Gobierno del País Vasco.