Cataluña, ‘hub’ del hachís hacia Europa


las investigaciones de caso pekin Comenzaron con un aterrizaje de hachís en el puerto de Mataró (Barcelona). Sucedió el pasado 12 de febrero, cuando un vigilante de seguridad alertó al 112 de madrugada tras detectar el comportamiento “anormal” de una embarcación. La convocatoria permitió la detención de las 13 personas que participaron en el transporte y descarga del alijo, tras recorrer en planeadores las millas náuticas que separan la costa catalana de Marruecos, origen de la droga. “La organización elige el puerto porque es más fácil de descargar que una playa”, detalló este martes el inspector de los puertos. Mossos Josep Antoni López Garzón. Para ello, los traficantes contaron con la ayuda de un empleado de las instalaciones, al que habían capturado y que facilitó el acceso a cinco furgonetas de gran tonelaje para almacenar los fardos y llevarlos a una ‘guardería’, para su posterior almacenamiento. distribución en toda Europadonde triplican su valor.

En sólo 18 minutos, habían descargado 2.000 kilos de hachís desde embarcaciones hasta el interior de vehículos. Uno de ellos, según supieron más tarde los investigadores, logró abandonar el puerto, donde pretendían repostar combustible y regresar a su país de origen. En este caso, la intervención policial abortó el regreso de dos de ellos, a quienes los narcos abandonaron al verse acorralados. Un tercio logró escapar, y estas embarcaciones semirrígidas, de entre ocho y quince metros de eslora, pueden superar los 1.200 CV, lo que hace prácticamente imposible darles caza. El resultado final de este caso fue la incautación de cinco toneladas, y 13 detenidos más, hace apenas unas semanas. Desde los líderes, pasando por los lugartenientes de la organización, pasando por los pilotos de las embarcaciones y el personal de apoyo en tierra.

La costa catalana es “una zona de conexión ideal con Marruecos para introducir el hachís en Europa”

La ruta para transportar hachís hasta las costas catalanas “no es nueva”, afirmó esta mañana el inspector Antoni Salleras, jefe del área antiterrorista. crimen organizado del Mossos. Esta ruta marítima tuvo cierto apogeo entre 2003 y 2005, aunque en los años siguientes fue casi residual, hasta que la presión del OCON-Sur (organismo de Coordinación de Operaciones contra el Narcotráfico) de la Guardia Civil en el Campo de Gibraltar y la Línea de la Concepción hizo que los traficantes buscaran nuevas vías de entrada de drogas. Desde entonces, los cuerpos policiales no han dejado de detectar desembarcos en la costa catalana, «una zona de conexión ideal con Marruecos para introducir drogas en Europa«dijo Salleras.

Primero fue Tarragona – debido a la llanura del Delta, que permite a los narcotraficantes abortar una descarga si detectan vigilancia policial – y ahora el desembarco de hachís Afecta ya a las tres provincias con mar. Eso sí, el Cuerpo afirma que, a diferencia del fenómeno de la marihuana, las redes criminales no se han instalado Cataluña y el tráfico de esta droga aún no ha penetrado el circuito legal. Eso sí, alertan sobre la existencia de “grupos locales” que presentan sus servicios a los narcotraficantes. El saldo de incautaciones y detenidos ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años. También el del volcamiento, aunque en este caso, sin indicios de homicidio alguno, pese a las agresiones con armas de fuego.

Fardos de hachís incautados por la Policía Catalana

MOSSOS

Sólo entre enero y octubre de este año, la Policía Catalana se ha incautado de once toneladas de hachís -frente a las cinco y media de 2021, y a las diez del año pasado- y ha detenido a más de 900 personas relacionadas con su tráfico. . Además de desmantelar 15 redes, también han desmantelado “bases logísticas”. Desde talleres clandestinos donde ensamblaban los llamados narcolanchaso almacenaban la droga hasta su próximo destino, por tierra, por la autopista AP-7, que es la “principal arteria” para su distribución por otros países europeos. “Los narcotraficantes llevan 600 o 700 kilos en un coche, por el método ‘go fast’, precedido de otro cuyo conductor avisa si hay controles”. Otra forma es camuflar la droga entre mercancías legales o en calas, escondites en los vehículos.

Núcleos familiares

En violencia asociada a organizaciones, narco asaltos Casi se han duplicado durante el último año, pasando de siete a trece. La mitad de ellos, con armas de fuego, “para que la resistencia sea mínima”. Aunque de momento, nada comparable a los ataques a traficantes de marihuana, afirma el Cuerpo. Los fardos también han evolucionado, detalló López Garzón. Si a principios de los años 2000, “los que llegaban a la costa catalana se preparaban rápidamente, hoy son más elaborados, con rafia de mayor calidad, e incluso pegatinas tipo logo para crear marca, de cara a la competencia”.

Además, ahora han aumentado su peso. De 30 a 36 kilos, y llevan incorporadas asas, como si de una mochila se tratase, para facilitar la descarga. Quienes participan en estos suelen integrarse núcleos familiares -en el caso de Beijing eran dos familias- por la necesidad de “confianza”. Dos de ellos, ya investigados por delitos simulados en Galicia y la Costa del Sol (Málaga). El perfil tiene entre 21 y 60 años, la mayoría nacidos en España. También algunos del país de origen de la droga. Ahora, junto con la marihuana, el tráfico de hachís también pasa a ser una de las prioridades de los Mossos.

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