Tierra Brava, en el corazón del mercado del Ninot, emprende una nueva etapa gastronómica


Que un restaurante se ubique en el corazón del Mercado del Ninot, en la calle Casanova 133, y que se llame Tierra Brava invita a ser descubierto porque es respaldo de que sus productos son verdaderamente frescos y de temporada, al recorrer sólo unos metros desde los proveedores hasta la cocina. Adicionalmente, para aquellos que ya lo conocían, el restringido acaba de ser mejorado para aportar más brillantez a su amplia sala, novedad que se une al estreno de 21 nuevos platos en su ya extensa carta, más coctelería de autor, unos medios que invitan a cualquier amigo de la restauración mediterránea.

Los copiosos platos de Tierra Brava son de calidad y huyen de todo artificio. La máxima del camarilla Somos Esencia al que pertenece el establecimiento es hacer percatar al comensal en su «otra comunidad», gracias a la calidez de un trato hospitalario y a la pasión en el esfuerzo por hacer las cosas aceptablemente que guían a la comunidad de Xavier Mitats, patriarca que adjunto a sus hijos Guillem y Alex lleva más de 30 abriles de experiencia en el sector.

El espacio de Tierra Brava y su personal hace percatar como en casa, y los platos logran la conexión entre el comensal y el producto de cercanía gracias a una propuesta gastronómica honesta. Los arroces son uno de sus fuertes, porque están cocinados en horno de carbón, mientras que entre los nuevos platos destaca el aguacate a la brasa con tartar de salmón especiado, que incorpora el sabor único del shichimi togarashi japonés.

Incluso destacan los espárragos blancos con holandesa trufada y anca ibero, una combinación que eleva ingredientes tradicionales con un toque de sofisticación, adicionalmente de la combinación de sabores del nuevo ceviche de camarones, donde la calidad del producto y la frescura de cada ingrediente se hacen evidentes.

Resulta tan exquisito como sorprendente el flamante mini croissant de steak tartar, que introduce un delicioso umami a la carta, combinando la riqueza de la carne con la suavidad del croissant dulce y el contraste de los encurtidos. Otras nuevas opciones son el tartar de atún rojo sobre tuétano a la brasa, que combina la frescura del pescado con un toque tintado; las exquisitas vieiras a la plancha con crema de puerros, o el rodaballo al pilpil con chips de papa del Pirineo, que ofrece un inmovilidad valentísimo entre textura y sabor.

Adicionalmente, Tierra Brava aspira a ser la mejor opción culinaria para el día a día y, por eso, el establecimiento propone un menú de mediodía compuesto por tres primeros, tres segundos y dos postres a escoger por 25 euros. Incluso se suma una carta de coctelería de autor diseñada especialmente para el restaurante con 7 referencias únicas y una renovada programación de música en directo que incluirá la proceder de DJ’s con vinilo, así como otros grupos musicales de jóvenes talentos.

El camarilla Somos Esencia lo integran, adicionalmente de Tierra Brava, los establecimientos Brisa, Agua, Bar Bauma, Alojamiento, Fauna Café y GatoPardo, todos ellos ubicados en espacios con carácter propio, a orillas del mar o en el Eixample. Trabajan unas 300 personas que lograron facturar el año pasado 17 millones de euros, un 20 por ciento más que en el mencionado prueba. Y este año la proyección prosigue al acontecer extenso en verano Alojamiento, con la loncha como civilización y los arroces de costa como división, adicionalmente de GatoPardo, llevando la tradición italiana a los pies del Portería de Triunfo, seguido de Fauna Café, un bar de tapeo cosmopolita rodeado por flora.

En 2019 el camarilla adquirió el oasis frente al Mediterráneo que es Agua, adjunto a Tierra Brava, la esencia emplatada del mercado del Ninot. En 2020 llegó Brisa Palau de Mar, un carmen frente al puerto con una terraza atemporal, buenas tapas y coctelería de autor. Tras el paréntesis pandémico, en 2023, fue el turno de Bar Bauma, que revivió a posteriori de más de 50 abriles de historia con sus famosos platillos de morería en un restringido enclavado delante de la Casa de Les Punxes. En cualquiera de estas siete opciones, el comensal se sentirá en «su otra comunidad».

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