Los autonónomos piden «sensibilidad» a las administraciones ante su «sangría»


Como una «sangría». Así definen desde la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) de Castilla y Arrojado la cambio vivida por el sector en los últimos abriles. En diez han perdido unos 16.000 cotizantes por cuenta propia, a un ritmo de entre 2.000 y 2.500 menos en la resta de cada año, hasta estar ya en torno a los 184.000. Son cifras de una cambio que «nos preocupa» y «mucho», según ha preparado la presidenta de la ordenamiento, Leticia Mingueza. Y otro factótum que pesa en la pena: la mayoría se concentra entre los 45 y 55 abriles, por lo que en un horizonte de diez a vigésimo abriles llegará su existencia de retiro, y de no encontrar un dimisión generacional que se sigue atascando ni jóvenes que se animen a emprender, en ese horizonte «habrá un problema importante», ha referido Mingueza.

Decano, ha añadido, incluso en el medio rural, donde los autónomos son «fundamentales» para proseguir la actividad y «fijar población». Y ahí, ha subrayado la presidenta de ATA, es esencial el papel de la mujer, porque una fémina que monta su negocio en un pueblo suele suponer que su comunidad se asienta en él, ha detallado. Por este motivo, desde el colectivo de autónomos reclaman más «apoyo» a la conciliación y igualmente a la reincorporación de las mujeres a la actividad tras un estorbo. Ellas son ya un tercio de quienes se lanzan a la aventura de emprender en el conjunto de Castilla y Arrojado y quienes «sostienen» a un colectivo para el que, en caudillo, reclaman «sensibilidad» por parte de las administraciones para «eliminar problemáticas» y, «sobre todo» que a la multitud novicio «no se le quiten la ganas» de emprender, ha pedido Mingueza.

Y es que, ha inscrito, las causas de esa mengua son «múltiples» y no sólo derivan de la pérdida de población. «Cada vez hay más trabas y palos en la rueda», ha lamentado. Ser autónomo «no es un camino de rosas», pero igualmente «permite dedicarte a lo que te gusta y te apasiona», ha señalado la presidenta de ATA.

Para animar precisamente a disfrutar de esa «satisfacción personal incomparable» de costar y tener un negocio propio, la Fundación Carlos Moro tiene en marcha la cuarta estampado de los Premios Emprendes, dotados con un premio valorado en 40.000 euros para el esquema seleccionado destinado a impulsar el plan en el medio rural.

Y en una Comunidad como Castilla y Arrojado, donde sólo doce localidades superan los 30.000 habitantes y ahí se concentran el 38 por ciento de los autónomos, este colectivo resulta «esencial, fundamental» en los pueblos por la prestación de servicios que aportan, pero igualmente como tipo para «disputar contra la despoblación y el envejecimiento». Por eso desde ATA reclaman «mejores infraestructuras» o ayudas directas para quienes arranquen con una actividad en un pueblo.

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