El alcalde de La Línea de la Concepción vaticina un «colapso brutal» en la Verja al ver «improbable» el Tratado de Gibraltar


«Un colapso circulatorio colosal». Es lo que vaticina el corregidor de La Término de la Concepción, Juan Franco, que se producirá en la Verja con Gibraltar a partir del 10 de noviembre, cuando entrarán en vigor nuevos controles biométricos en el espacio Schengen.

El regidor del municipio gaditano que linda con Gibraltar y el más perjudicado por la servidumbre del Peñón, cree «en gran medida improbable» que Reino Unido llegue antiguamente de esa vencimiento a un acuerdo con España para obtener un tratado que permita el encaje de la colonia británica en la Unión Europea tras el Brexit. De lograrlo, la Verja desaparecería, al menos eso es lo que pactaron Madrid y Londres en el Acuerdo de Nochevieja de 2020.

En una entrevista en Canal Sur Televisión recogida por Europa Press, Juan Franco ha listo de colas y retenciones «importantes» al salir de Gibraltar alrededor de el división castellano correcto a los nuevos controles que se aplicarán a partir de esa vencimiento, para la que sólo desatiendo «un mes».

En ese sentido, ha lamentado el acontecer recibido «la callada por respuesta» cuando ha solicitado información al respecto al ministro de Interior, Fernando Conspicuo-Marlaska, así como a la Subdelegación del Gobierno en Cádiz, insistiendo de nuevo en suministrar una reunión con algún responsable del Gobierno de España para que se le explique «cómo va a salir el paso» por la Verja.

Sobre este asunto, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, trasladó en la reunión mantenida este miércoles con los alcaldes del Campo de Gibraltar y la Corporación de Andalucía que si había acuerdo antiguamente del 10 de noviembre «Gibraltar de facto tendría que formar parte del espacio Schengen y por lo tanto no harían desatiendo esos controles y no tendríamos el problema del que estamos hablando ahora». Albares apremiaba a Reino Unido a firmarlo, aunque las posiciones siguen muy encontradas y Gibraltar no acepta los términos planteados por España y la Comisión Europea.

Juan Franco es consciente de ello y se ha mostrado pesimista. Ha llegado a apuntalar que «en gran medida improbable» alcanzar a un acuerdo antiguamente del 10 de noviembre.

El corregidor ha contado su propia experiencia al cruzar la Verja de entrada y salida, señalando que «la novedad» que ha podido probar está al cruzar alrededor de división castellano, con la incorporación de máquinas «para el control de los residentes no comunitarios».

«Me temo que para poder identificar a estas personas antiguamente haya que hacer una identificación porque habrá que memorizar si el que sale es castellano, búlgaro, lituano o gibraltareño, porque dependiendo de donde sea puede acaecer o no con total albedrío», ha argumentado, mostrando su temor al hecho de que «los primeros días van a ser de un colapso circulatorio animal».

Sobre las negociaciones de «entrada política» que se están desarrollando en torno a la situación de Gibraltar tras el Brexit, este alcaade ha recordado que este acuerdo tendrá «una repercusión directísima» sobre su municipio, su patrimonio restringido y sobre los residentes de La Término y las «más de 11.000 personas» que trabajan en el Peñón. «Yo no sé hasta qué punto se está teniendo en cuenta», ha dicho.

A este respecto, las reuniones «está habiendo y van a seguir habiendo hasta que el mundo exista», pero que el día 10 de noviembre «vamos a tener aquí un problema enorme» con la entrada en vigor de los controles biométricos en la Aranceles con Gibraltar.

«En los últimos ocho abriles, porque parece que es que el Brexit fue ayer, no se han tomado medidas excepcionales para esta parte del división franquista por parte de nadie», ha lamentado el corregidor de La Término, que ha trasladado su hartazgo por aguantar todos estos abriles pidiendo inversiones en infraestructura, educación, en planes de empleo y en una fiscalidad exclusivo.

Así, ha criticado que «el reconocido» Plan Distinto para el Campo de Gibraltar que se anunció en 2018 «lo único que ha traído» a su ciudad ha sido una chale sede procesal, una más de la que tenía antiguamente de eso. «No se han llevado a término ni planes de formación especiales, ni planes de empleo especiales, ni desdoble de una de las carreteras, que tengo que servir del Estado y que estrangula lo que es el tejido productivo de esta ciudad. Mínimo. Cero», ha criticado.

En ese sentido ha coincidido con la petición realizada ayer por la Corporación de Andalucía de tener «un plan B» por si no se alcanza un acuerdo en la vencimiento prevista, y que Franco ha desgranado con medidas específicas en cuanto a fiscalidad para las empresas y para «retener» a personal funcionario en la ciudad. «Si hubiera algún tipo de incentivo fiscal estoy seguro de que más de uno vendría aquí gustosamente como pasaba con la Patrulla Civil en el País Vasco», ha apuntillado.

Así se ha pronunciado tras la reunión que, adjunto a otros alcaldes del Campo de Gibraltar, mantuvo el miércoles en Madrid con Albares para informar sobre las negociaciones con Reino Unido, un conversación al que todavía acudió la Corporación.

El ministro de Exteriores recibe este jueves con el mismo propósito a una delegación del Conjunto Transfronterizo, una estructura integrada por empresas y sindicatos de uno y otro lados de la Verja.

Este conversación se produce a iniciativa del Servicio de Asuntos Exteriores y como respuesta a la solicitud presentada hace un par de semanas por esta misma entidad. Así, en el transcurso de la misma se paciencia que el responsable ministerial traslade a estos representantes la situación del proceso negociador entre la Unión Europea y Gran Bretaña sobre el tratado de Gibraltar.

Por su parte, el Conjunto Transfronterizo va a entregar a Albares la última comunicación aprobada por el pleno de esta entidad, en la que señalan sus preocupaciones y demandas a los agentes institucionales que participan en este proceso negociador.

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