Este jueves, las Fuerzas de Defensa de Israel atacan con un proyectil la plaza de Naqoura, al sur del Líbano, en donde la ONU cuenta con sus instalaciones para la tarea de ayuda humana durante el conflicto. Dos miembros de los enviados a la tarea, entre los que figuran españoles, han resultado heridos pero, según confirman desde el Servicio de Defensa, ningún de ellos es de patria española. La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (FINUL) explica que los dos heridos estaban apostados en una torre de observación del cuartel central cuando sufrieron el impacto “directo” de un proyectil disparado desde un tanque israelí, lo que provocó su caída.
Heridos leves
En un comunicado, en el que no se aclara la patria de las víctimas, la FINUL indica: “Gracias a Dios, no tienen heridas graves, pero permanecen en el hospital”. Al frente de la FINUL está el normal castellano Aroldo Lázaro, quien por consiguiente tiene su despacho en el cuartel normal, donde igualmente hay algunos efectivos más. No obstante, el espesor de los poco más de 650 militares españoles desplegados en FINUL se encuentran en Marjayún, en el sureste.
El ataque de este miércoles se enmarca internamente de una ascenso del fuego cruzado entre las fuerzas israelíes y el especie chií Hezbolá, internamente de la cual las FDI han realizado una incursión terráqueo que le ha llevado a exceder la Serie Zarco que delimita la frontera entre los dos países.
Los cuarteles de Naqoura y otras posiciones cercanas están afectadas “reiteradamente” por los ataques y la FINUL confirma disparos del Ejército de Israel contra la entrada de un reducto en Labbouneh donde se estaban refugiando “cascos azules”, lo que ha causado daños a vehículos y a un sistema de comunicaciones.
Un ataque, de forma “deliberada”, que incumple el Consejo de Seguridad de la ONU
Acusa, encima, a las fuerzas israelíes de disparar de forma “deliberada” contra cámaras de vigilancia y contra instalaciones militares. “Cualquier ataque deliberado contra efectivos de paz”, ha listo”, “es una trascendental violación del Derecho Internacional Humanitario” e incumple la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU.
La FINUL recuerda a todas las partes la “inviolabilidad” de cualquier instalación o equipo de la ONU, un requisito que deben respetar “en todo momento”, igualmente en el entorno de un conflicto armado.