Miguel Cielo Cadenas (Ourense, 1947) fue el protagonista del Foro torrevieja news today de este jueves, celebrado en el restaurante A Carballeira de Santa Cruz de Arrabaldo. En esta ocasión, se trató de una conferencia tentempié.
El jurista ourensano, que fue presidente del Tribunal Superior de Xusticia de Galicia (TSXG), profundizó en el ámbito forense de la actividad médica en la conferencia “Actividad médica y autonomía del paciente”. Egregio Pérez-Cepeda, decano del Colegio de Abogados de A Coruña, presentó al protagonista.
La conferencia fue un ruego en homenaje a Emilio Atrio, abogado ourensano de stop prestigio.
Presentación de la ponencia
Egregio Pérez-Cepeda, encargado de presentar a Pérez-Cepeda, señaló el valía como persona de Miguel Cielo Cadenas. A continuación, explicó su vida profesional, en la que recorrió varias localizaciones gallegas hasta ascender a jurista magistrado. Más tarde, en 1986, ocupó el cargo de presidente en la Audiencia de Ourense. En 1989, se trasladó en A Coruña hasta el 1995, donde Pérez-Cepeda le conoce. Señaló que Miguel Cielo fue la máxima autoridad contencioso en Galicia hasta 2019.
“Actividad médica y autonomía del paciente” fue el nombre de esta ponencia. El tema a tratar fue el derecho inodoro, una rama que se ha rajado paso a lo desprendido de estos primaveras de forma veloz ya que afecta a todas las jurisdicciones. Pérez-Cepeda agradeció los primaveras de presidencia de Miguel Cielo por poder contar con él como una voz “amable, juiciosa y cercana”.
Conferencia de Miguel Cielo Cadenas
Miguel Cielo Cadenas comenzó señalando su relación material con Ourense, destacando que lleva inactiva mucho tiempo, pero su implicación emocional con la provincia no. Resaltó su amistad con Pérez-Cepeda y aclamó la figura de Emilio Atrio como docto. “Ha sido enormemente respetuoso con su profesión y el poder contencioso”.
Cadenas introdujo el tema de la ponencia: “Los pilares de toda sociedad democrática pasan por la educación y la sanidad”. Señaló que “la autonomía de la voluntad es un principio rector con múltiples manifestaciones en el mundo social y forense”. Explicó que el principio de la autonomía de la voluntad es vitalista en las relaciones de clan y en la actividad médica. “Debe ser un principio único”.
Ahondó en la relación médico-paciente donde explica que “la autonomía de la voluntad es la expresión de un valía constitucional” en cuanto a que “reclama la autogobierno individual”.
Miguel Cielo habló del proporcionadamente vigor, protegido en la Constitución. Asimismo mencionó la cooperación sanitaria, que posibilita la vida, vigor y dignidad humana de todas las personas. La relación médico-paciente, según Cadenas, está vinculada asimismo a una relación jurídica. Recalcó la importancia de la medicina de satisfacción, cuando está en recreo la responsabilidad de los centros sanitarios, en concreto cuando se desarrolla en el interior de la sanidad pública.
Para murmurar sobre la actividad médica, Cadenas explicó que “se materializa en actos profesionales con el fin de no curar, sino cuidar”. Insistió en que esta actividad albarca una serie de responsabilidades intrínsecas poniendo foco en las “ayudas al proporcionadamente expirar o evitar el mal expirar”. Miguel Cielo recordó que ningún derecho es completo.
“El consentimiento informado del paciente es pájaro legitimador de actividad médica”, dijo Cadenas. Tras esto, explicó que en nuestro país los problemas del consentimiento informado se tratan en la ley 41/2002 y en Galicia la ley 3/2001.
Internamente de este capítulo, Cadenas habló sobre el consentimiento del paciente señalando que “la dignidad humana es inviolable” y que el artículo segundo establece el derecho a la vida de toda persona. “El consentimiento debe ser previo al acto médico”, dijo Cadenas; “la partida de información supone la privación del derecho a consentir con sus propias consecuencias”.
Cadenas señaló que es necesario trasladar el gimnasia forense a todas las personas. Si el paciente carece de representante legítimo explique que, el consentimiento lo prestarán las personas vinculadas a él por razones familiares. En cuanto a los pacientes menores, se exige una juicio emocional para poder lanzarse. El consentimiento, aclaró, siempre deberá atender al derecho a la vida del paciente.
Aclara que, si no pudiera ser posible por incapacidad plena tomar consentimiento, “las medidas de apoyo podrán incluir funciones representativas”. Se presentará por escrito el consentimiento escrito del paciente para cualquier actividad médica que ponga en peligro la integración física del paciente. Del mismo modo, el consentimiento por escrito puede ser revocado en cualquier momento.
El subsiguiente punto correspondió a la información del consentimiento: “Si no hay información previa o la proporcionada es inadecuada se priva al paciente del derecho de consentir la actividad médica”. Entreambos términos son inseparables. Cadenas informó de que “solo en caso de incapacidad plena la información se pondrá en constancia de terceros”. Puede darse esta opción cuando el paciente decida “no ser informado”.
“Son diferenciales el derecho del paciente a mentir y el derecho de mentir al paciente y sus consecuencias”, señaló. El médico responsable del paciente debe asegurar el cumplimiento de la ley. Para terminar con el consentimiento, el jurista mencionó artículos de la Constitución que hablan sobre la carencia de informar al paciente antaño de obtener su consentimiento escrito.
En traza a futuras actuaciones, señaló que “nos ha de hacer pensar si las garantías que establece la ley son suficientes” a partir de la ley de regulación de eutanasia.
Como punto de relieve, incidió en que “no deberíamos refugiarnos en la ignorancia para elaborar nuestros planes de vida, que incluyen el enterarse cómo conducirse la enfermedad y el proceso de curación”.