En sólo dos días, el Mossos d’Esquadra han sido detenidos en el centro de Barcelona Ocho ladrones de relojes de lujo. Entre ellos, un reincidente, que quedó delatado por las zapatillas “exclusivas” que llevaba. Unas zapatillas que costaron entre 500 y 1.000 euros, con las que fue captado por las cámaras de seguridad en la zona donde había agredido a su víctima. Después de perpetrar su penúltimo robo, los agentes lo localizaron. Se había cambiado de ropa para evitar ser detectado, pero no de zapatos.
Fue poco antes de las cinco de la tarde de este miércoles, cuando el individuo de 20 años robó por la fuerza el reloj a su dueño, que estaba en la terraza de un bar del Gótico, y luego se dio a la fuga. Al visualizar las imágenes del local, los agentes reconocieron al delincuente, ya que minutos antes lo habían identificado en una calle cercana. Con las grabaciones pudieron comprobar que se trataba de la misma persona, ya que se encontraba con el rostro descubierto, y había sido detenido previamente por el mismo delito.
La Policía Catalana frustra el robo de varias joyas y detiene a ocho ladrones en sólo 48 horas
Fue así como comenzaron a buscarlo y poco después lo localizaron en la calle Metges, donde lo arrestaron nuevamente. En esta ocasión, la policía no pudo recuperar la joya, valorada, según su propietario, en unos 40.000 euros. También este martes, pero por la mañana, un individuo en una scooter agredió al propietario de otro reloj de lujo en Roger de Llúria. En esta ocasión fue El hijo de la víctima que corrió tras el ladrón. y lo retuvo hasta que llegaron los Mossos. Para intentar hacerse con la joya, valorada en unos 90.000 euros, primero le dio un puñetazo en la cara y luego lo arrojó al suelo. También acabó detenido, al igual que otros seis individuos que, en grupo, hicieron lo mismo en la calle Hospital de Ravaleste lunes.
De los seis hombres, de entre 19 y 30 años, cuatro de ellos Se acercaron a dos turistas. A uno lo agarraron por la cintura y al otro por la espalda, con la intención de robarles sus relojes. Los otros dos delincuentes se encontraban en una terraza cercana, vigilando, para evitar la intervención policial. De hecho, pitaron avisando al detectar a los agentes, y todos salieron corriendo. La fuga les salió mal, ya que también acabaron detenidos. Ahora todos ellos esperan ser llevados ante la justicia.