Carlos, su mujer y sus hijos, menores, acababan de pasar unos días de vacaciones en su caravana, pero ahora se encuentran sin ella porque la secuestraron de madrugada en la puerta de su casa, en la pequeña localidad toledana de Val de Santo. Domingo. Se trata de una casa móvil de unos siete metros de largo por 2,30 metros de ancho y con un peso de más de una tonelada, que está valorada en unos 12.000 euros y tiene su matrícula, terminando en BCG.
Tras un viaje de diez días, la madrugada del viernes la familia de Carlos aparca la caravana junto a su domicilio, en un pueblo de unos 1.000 habitantes de la comarca de Torrijos. Se quedaron a dormir el fin de semana y, al llegar el domingo, se encontraron con la desagradable sorpresa: su vehículo no estaba allí, a pesar de que tiene freno de mano y sistema antirrobo.
El secuestro había sido sobre las tres de la mañana en una urbanización de vecinos. Las cámaras de seguridad de uno de ellos registraron cómo tres individuos empujaban la caravana hacia el centro de la calle, deshabilitó el dispositivo antirrobo después de unos ocho minutos y la engancharon a un carro. Su automóvil era un Mercedes ML azul oscuro con parte inferior gris (guardabarros y costados).
“Llevaba aparcado en la puerta de casa desde que lo compramos, hace siete años, y nunca nos había pasado nada”, cuenta Carlos, que lo aparcó el invierno pasado en un corral cerrado. «Me parece extraño; Estuvimos diez días fuera con la caravana, de vacaciones y, a los dos días de llegar, nos la robaron”, explica el propietario de la caravana, que cree que los ladrones tenían el control de la casa antes de fugarse con el tráiler.
carlos que ha presentado una denuncia ante la Guardia CivilConjetura que los delincuentes utilizan la caravana para vivir en terrenos que no están controlados por las fuerzas de seguridad.
La ilusión de viajar con sus hijos se ha derrumbado, aunque Carlos y su familia no pierden la esperanza de que aparezca.