El Ayuntamiento de Madrid, CC.OO. y UGT han coincidido en que “los cantones deben ejecutarse rápidamente en las ubicaciones que determinen los técnicos del Ayuntamiento de Madrid, que son los encargados de buscar una solución técnica y urbanísticamente viable”.
Así se ha afirmado en un comunicado conjunto tras una reunión mantenida entre el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, junto con el concejal delegado de Limpieza y Zonas Verdes, José Antonio Martínez Páramo, y el director general de Limpieza y Residuos. Víctor Sarabia, con representantes de CC.OO. y UGT.
El texto destaca la existencia actual de 116 cantones de limpieza viaria “sin causar molestias a los vecinos ni a los edificios, instalaciones o equipamientos situados en su entorno”.
El Gobierno municipal y los representantes de los trabajadores también coinciden “en la necesidad de dignificar las condiciones de los trabajadores” y “condenan enérgicamente la imagen que se está trasladando desde algunas zonas y que sitúa a estos profesionales como generadores de problemas de suciedad, ruidos, olores”. e incluso inseguridad.
Todas las partes han acordado transmitir su espíritu a todos los trabajadores de la limpieza viaria de la ciudad, “que cumplen con su obligación de prestar un servicio público esencial para todos los vecinos”.
El Ayuntamiento y los sindicatos señalan que los cantones “son instalaciones imprescindibles para poder prestar un servicio de limpieza viaria de calidad y deben estar ubicados en un punto cercano a la vía pública donde los barrenderos realizan su trabajo”.
Actualmente, decenas de trabajadores que desempeñan sus labores en barrios como Montecarmelo “tienen que ser trasladados diariamente a estas zonas luego de recorrer largas distancias (hasta 21 kilómetros y media hora por trayecto) desde otros cantones, con la notable pérdida de tiempo que “esto provoca el desempeño de sus funciones de limpieza viaria y el riesgo adicional que puede suponer para su seguridad”.
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