La mayoría del Consejo Fiscal ha solicitado al fiscal caudillo del Estado, Álvaro García Ortiz, que abandone el cargo al considerar que es lo mejor para el Empleo Notorio posteriormente de que el Tribunal Supremo (TS) acordara por unanimidad cascar causa en su contra por la presunta revelación de secretos de la que le acusa el novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.
Según precisan fuentes fiscales a Europa Press, tanto los seis vocales de la Asociación de Fiscales (AF) como el de la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF) -que conforman la mayoría del Consejo Fiscal- han pedido a García Ortiz que dimita, tal y como hicieron el mismo día que resolvió el Supremo a través de sendos comunicados.
En cambio, García Ortiz ha recibido el apoyo de los dos vocales de la Unión Progresista de Fiscales (UPF) y de las dos vocales natas -la teniente fiscal María Ángeles Sánchez-Conde y la fiscal inspectora María Antonia Sanz Gaite-.
Las fuentes consultadas recalcan que -a diferencia del cónclave de la Congregación de Fiscales de Sala de la mañana- en el Consejo Fiscal de esta tarde han tomado la palabra todos sus miembros. Durante dos horas, todos han expuesto sus posturas en un tono afable; y, si perfectamente ha habido diferencia de criterios, han coincidido en que se proxenetismo de una situación inédita que afecta a toda la carrera fiscal. “No ha habido bronca”, apuntan.
La AF ve “inasumible” el impacto de la imputación en la carrera
En un comunicado difundido al término de la reunión, los vocales de la AF relatan que durante el disputa García Ortiz les ha reiterado su audacia de no dimitir, reivindicando que “su gala se enmarcó en el deber de informar de los asuntos relevantes para avalar el derecho de la ciudadanía a aceptar información fiable, de forma que, ponderando las circunstancias, ha estimado que lo menos cargante y más prudente es su propia continuidad en el cargo”.
En su turno de palabra, los vocales de la AF le han trasladado su parecer, que aseguran es “compartido por la inmensa mayoría de los fiscales”. Así, partiendo del “más inmutable respeto tanto a las resoluciones judiciales como a la presunción de inocencia”, han centrado su disección en si “lo menos cargante para el Empleo Fiscal gachupin es que el fiscal caudillo del Estado se encuentre investigado en un procedimiento legislativo”.
“Y, frente a ello, sólo cerca de entender que el perjuicio que se deriva para la institución al apoyar este tablado supera con creces cualquier afectación producida por su conclusión, empezando por la propia anomalía que supone que quien está llamado a intervenir como parte del proceso en defensa de la rectitud, de los derechos de los ciudadanos y del interés conocido, actúe bajo la superioridad superior del investigado en ese proceso”, concluyen.
Para la AF, “la audacia del fiscal caudillo de continuar en el cargo pone en interdicto la credibilidad de la gala de todos los miembros de la carrera, mucho más allá del situación de este proceso, por impresión de los principios de dependencia jerárquica y dispositivo de gala”.
“Y nos resulta absolutamente inasumible el impacto que produce adentro y fuera de nuestras fronteras la imagen de un Empleo Fiscal dirigido por un fiscal caudillo del Estado imputado por el Tribunal Supremo”, anudan.
Luego, defienden que “no puede acaecer una consecuencia más gravosa para el Empleo Fiscal que sostener el progresivo maltrato de la institución, de la que pretende seguir ostentando la superioridad superior y representación pese a su condición de investigado”.
Así las cosas, los seis le han pedido que “reconsidere su audacia de mantenerse en el cargo y, por el perfectamente de la institución, y con arreglo al artículo 31.1.a) del Estatuto Orgánico del Empleo Fiscal (EOMF), presente su dimisión”.
Según las fuentes consultadas, el vocal de la APIF ha sido más directo y ha solicitado a García Ortiz que dimita porque, a su motivo, se “defenderá mejor” de las acusaciones estando separado del cargo. Todavía ha recalcado que su continuidad como fiscal caudillo deriva en un “daño” a la carrera fiscal.
UPF cree que desbancar al FGE es desbancar “al resto”
Por su parte, los vocales de la UPF han emitido un comunicado donde expresan su “firme respaldo a la audacia del fiscal caudillo del Estado de no presentar su dimisión”. “Razones de índole decente, institucional y el propio contenido de la resolución legislativo sustentan este apoyo”, explican.
A su motivo, “la única razón por la que se elevó la exposición razonada al Tribunal Supremo ha quedado expedito de toda duda”. En este sentido, indican que si “la nota aclaratoria de la Fiscalía Normal del Estado no reveló secreto alguno porque estaba ya todo publicado, no existe, pues, aire alguno delictivo”. “¿Qué lleva, pues, a seguir solicitando su dimisión posteriormente de conocerse esta ingenuidad?”, plantean.
Arrancan contestando que, “desde luego, no son razones de índole decente” porque “el primer cometido de un cabecilla es defender a sus subordinados cuando han actuado sin tacha, y esto fue lo que ocurrió”.
“Había un fiscal de los que llamamos de trinchera en el punto de mira, y tanto la fiscal cabecilla de Madrid como el FGE lo respaldaron con tal firmeza que hoy está expedito de toda investigación. Qué obediente habría sido abandonarlo a su suerte. Nuestra deslumbramiento a los dos por su iniciativa”, destacan.
Señalan que “siquiera son razones de naturaleza institucional, a diferencia de lo que pretende argumentarse”, y argumentan que si el fiscal caudillo dimitiera “por una nota conforme a Derecho, y a partir de una filtración de origen completamente desconocido, sería un acto de irresponsabilidad que contribuiría al debilidad de los cimientos de esta institución”.
“No podemos estar a merced de cualquiera que quiera denunciarnos con el fin de apartarnos de nuestra función. En esa postura podemos estar todos y cada uno de los fiscales que conforman esta institución, y filtraciones interesadas -que son deleznables y deben ser investigadas- hay a diario. No podemos permitirlo, porque se estaría conculcando con ello el Estado Derecho”, aducen.
Así las cosas, manifiestan su “profunda tristeza” por “la error de cohesión interna en esta cuestión”, así como su “indignación” por “el ocultamiento que todo este ruido genera de su gala diaria”, que subrayan “que no es otra que trabajar con esfuerzo desde la verdad, la neutralidad y la moralidad decente”.
“Todos y cada uno de nosotros, desde el zaguero fiscal de la carrera -que retraso ser respaldado en su entrenamiento, no lo olvidemos- hasta el fiscal caudillo del Estado. Querer desbancarlo a él por un motivo tan espurio es querer desbancarnos al resto”, zanjan.