<!(CDATA(El ala radical del Partido Republicano que ha provocado la caída de su hasta ahora líder en el Congreso, Kevin McCarthy, ha ofrecido el puesto a Donald Trump, quien rápidamente ha respondido que haría lo que fuera necesario por el país aunque muy pocos piensan quién aceptará la oferta.
Aunque, curiosamente, no es necesario ser miembro del Congreso para convertirse en líder del Congreso, una razón inmediata para que Trump rechace la oferta es que ya está bastante ocupado con su campaña presidencial y, naturalmente, con su defensa legal en al menos cinco años. procesos judiciales muy graves que se avecinan en los próximos meses.
Pero la oferta es una señal evidente de quiénes y por qué han dado el paso siempre radical de rebelarte contra tu propio partido.
Kevin McCarthy había cometido el pecado de Acuerda con los demócratas una extensión de 45 días. del presupuesto nacional. La alternativa habría sido que la administración federal cerrara o que sólo operaran los servicios esenciales, y que los funcionarios federales, incluido todo el ejército, siguieran sin recibir remuneración.
La razón es que, aunque los republicanos tienen mayoría en la Cámara de Representantes, los demócratas mantienen su mayoría en el Senado, que es la otra cámara que conforma el Congreso de Estados Unidos.
Y para que cualquier ley sea aprobada tiene que ser aprobada en ambas cámaras. Es decir, hay que negociar.
El ala radical de los republicanos es decisiva
En el Partido Republicano, el ala más radical no acepta rebajar sus exigencias, en este caso una reducción notable del gasto público y dejar de financiar como hasta ahora la guerra en Ucrania.
Es decir, no acepta negociar, aunque el precio sea el cierre de la administración.
Este ala radical es minoría, pero sin ella los republicanos se quedarán sin mayoría en la Cámara de Representantes. Es decir, son decisivos.
También son los seguidores más fieles de Trump: ambos lados son seguidores de Trump, el ala radical es simplemente un seguidor más profundo.
Pero, en realidad, no se trata de Trump sino de la Peso creciente de este sector dentro del Partido Republicano.
Fue en 2009, poco después de la victoria de Obama, cuando en el espectro político de la derecha del Partido Republicano Surgió el movimiento Tea Party y, poco después, su correlación en el Congreso con el llamado Freedom Caucus dentro de las filas del Partido Republicano.
Ese espectro ha funcionado en la práctica como un tercero.
Su peso ha sido tal que todos Los líderes republicanos del Congreso han acabado siendo víctimas de sus demandas: John Boehner, Eric Canton, Paul Ryan y ahora, sobre todo, McCarthy.
De alguna manera, los republicanos encontrarán un nuevo líder en el Congreso en los próximos días.
Lo que no está claro es si encontrarán tan rápido su unidad interna ni las consecuencias que eso tendrá para su partido y para el país.
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