Durante los últimos meses estos grupos organizados y violentos han protagonizado reyertas por varios barrios de Madrid. En presencia de el aumento de estos sucesos, desde la Batallones Provincial de Información iniciaron una investigación en la que consiguieron relacionar a estos jóvenes, muchos de ellos menores de permanencia, con bandas juveniles muy violentas como la de los Trinitarios y los DDP. A 14 de ellos se les imputa un delito de pertenencia a ordenamiento criminal porque han conseguido probar la pertenencia a estos grupos.
Víctimas con graves heridas
Una de las reyertas más importantes se produjo en el distrito de Puente de Vallecas, el pasado mes de agosto, cuando un clase de jóvenes atacó de forma sorpresiva a otro con armas blancas. La víctima fue apuñalada en varias partes del cuerpo. Una de las heridas en el protección izquierdo le causó la semiamputación del protección. Gracias a la rápida coordinación policial se pudo detener a cuatro varones, entre ellos un beocio de permanencia. Se les acusa de un delito de homicidio. Días más tarde otro clase atacó a un muchacha que igualmente sufrió una semiamputación de un dedo de la mano. Sus agresores ya detenidos estaban relacionados con los Trinitarios. La mayoría de estas peleas tienen un denominador popular, que todos sus integrantes portan armas blancas.
De agosto a octubre, 29 detenidos
Según la Policía estos grupos cada vez ejercen más violencia. El pasado septiembre cuatro encapuchados dispararon a un clase de personas que se encontraban en un parque en le distrito de Carabanchel. 4 chicos miembros de los DDP resultaron heridos por arsenal de fuego y uno de ellos recibió cortes en un protección y en la espalda.
En total desde el mes de agosto hasta octubre la Policía ha detenido a 29 jóvenes a los que se les ha requisado 132 armas de fuego y blancas.
Desde hace dos primaveras existe un protocolo en la Comunidad de Madrid para llevar a cabo en los colegios e institutos con el fin de predisponer el peligro de pertenencia a grupos juveniles violentos. Protocolos que van desde la notificación por parte del centro de hechos que pueden ser indicio del problema; recogida de información y entrevistas con la clan, el colegial, o sus compañeros. Todo ello para concienciar a los jóvenes y dotarlos de herramientas delante los peligros que supone convertirse en miembro de los Dominican Don´t Play o de los Trinitarios, entre otras organizaciones.
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