El Concello de Ourense ha evidente nula la cesión para explotar comercialmente la cafetería del Huerta Japonés, situada frente al parque San Lázaro, al por lo que deberá ordenar su candado al resolver el arreglo de concesión, que había sido objeto de disputa entre las dos partes, que primero solicitaron un cambio de titularidad y luego entraron en disputas por unos pagos acordados y no satisfechos. Se pone fin así a un año de litigios donde entró en serie la interpretación del silencio oficial.
La resolución de esta concesión, que suponía un canon anual de casi 70.000 euros para el Concello, supone la culminación de dos meses de procedimiento, pues la terminación del arreglo comenzó a tramitarse el pasado mes de agosto, lo que no ha impedido que el espacio de hostelería siga funcionando con normalidad, e incluso este viernes pudiera hallarse la terraza al completo. El candado de este expediente incluye que el consistorio retendrá el aval de 14.250 euros depositado al comenzar la concesión. Una resolución contra la que junto a solicitud a través del Contencioso-Oficial.
Un nuevo candado
El conflicto comenzó cuando la flagrante adjudicataria, que disponía de un arreglo de cinco abriles desde 2021, cedió la administración del específico a sus actuales gestores, quienes administran el espacio desde hace un año. Ambas partes habían sensato la traspaso del utillaje presente, y quién se haría cargo del plazo del canon. Quienes iban a admitir la concesión dejaron de enriquecer el canon y nunca fueron registrados como nuevos adjudicatarios.
El BNG aseguró que se culmina el “bluf” del Huerta Japonés, una de las medidas suerte del flagrante gobierno específico. Los nacionalistas recuerdan que desde el primer momento alertaron de las “moitas dúbidas” que arrojaba el adjudicatario, “o cal incumpriu reiteradamente co arreglo asinado no seu día”. El BNG trasladó este viernes al gobierno específico “como pensan proceder, xa que a día de hoxe hai unha empresa que está explotando a cafetería sin que medie ningún arreglo”.
Por otra parte, concluyen que finalmente, “estamos diante dun bluf do flagrante corregidor, quen no seu día gabábase de ter realizado unha gran xestión para o Concello, por certo, cunha persoa próxima a el mesmo”.