Desde el Ministerio del Interior de Austria emitió un comunicado afirmando que “luego de la renovación arquitectónica del edificio cargado de un fuerte pasado, se instalará allí una comisaría y un centro de formación para agentes de derechos humanos”. Esta era una dirección que visitaban bastantes grupos de neonazis cada año.
El edificio perteneció al gobierno austriaco desde 2016 tras comprarlo por unos 330.000 euros. El objetivo principal era derribar el edificio, pero tras un litigio legal esto se retrasó hasta que se aprobara esta nueva dirección. La polémica estalla porque este cambio coincide con un supuesto deseo del tirano nazi antes de morir.
Günter Schwaiger Hizo una película que mostraba un informe de 1939 en el que Hitler hablaba de un deseo. Quería que su lugar natal, que abandonó cuando tenía tres años, se convirtiera en la sede de la jefatura distrital, al servicio de fines administrativos.