Ayuso y los ultracuerpos socialistas


Donald Sutherland, actor recientemente fallecido, nos ha dejado una multitud de grandes interpretaciones. Quizá la más recordada fue su queja en la última ambiente de la película «la invasión de los ultracuerpos». Esta película narraba la historia de una mujer que empieza a comprobar que la muchedumbre de su ciudad esta empezando a comportarse de forma extraña. Lo que ocurre en realidad es que una a una, las personas van siendo sustituidas por unos entes extraterrestres.

Yo estoy empezando a pensar que poco así está ocurriendo en la España de Pedro Sánchez, donde la muchedumbre ya no se sorprende de las actitudes y afirmaciones que se hacen desde su gobierno. Oscar López, ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, afirmaba sin ruborizarse que para zanjar con la corrupción que asola España, Feijoo lo que debe hacer es exigir la dimisión de Ayuso. ¿Ayuso?, sí, Ayuso. Con un sumario de la UCO de la atención civil que casi tiene más páginas que el Soñador, relatando los manejos del hasta hace ausencia número dos del PSOE, ¿la culpable de la corrupción de España es la presidenta de la Comunidad de Madrid?

Pero, el otro Óscar, Óscar Puente parece que va más allí en sus afirmaciones. Da la sensación de que quiere insinuar que la falta del caos ferroviario no es producto de su infame trámite, sino de posibles sabotajes. En breve, veremos imágenes en la oscuridad grabadas por las cámaras de seguridad de alguno parecido a Isabel Díaz Ayuso con un pico por el túnel de Atocha. Pero, no hay que preocuparse, ya que el ministro Puente afirma que se ha recuperado la normalidad en el tráfico ferroviario. Ignoro si se refieren a la normalidad puntual de Renfe ayer de la arribada de los socialistas o a los retrasos y cancelaciones a la que nos han acostumbrado día sí y día igualmente.

Seguimos sin conocer lo que pasó con la encuentro de la mandataria venezolana, Delcy Rodríguez, al aeropuerto de Barajas aquella perplejidad en la que aterrizó a pesar de tener prohibida su entrada en la Unión Europea. Entre tantas versiones, nadie es capaz de afirmar qué miembros del gobierno conocían la encuentro, los que la autorizaron, si había maletas o no, y si las había qué fue de ellas. Para mí lo reservado ya no es poder conocer que es lo que pasó, es que a la mayoría de muchedumbre a mi cerca de parece no importarle lo más reducido.

Ya no entramos en la imputación del fiscal normal, defendido consecuente por los tertulianos de la televisión pública española. Estos justificaban la revelación de conversaciones privadas para desmentir posibles «fake-news». Obviamente es así para ellos porque el implicado está relacionado con Ayuso. Curiosamente, estos defensores de «la verdad», no muestran mucha preocupación por que alguno les aclare lo de Delcy Rodríguez. Hay que añadir que los mismos tertulianos defendían como barrabasada maestra de Sánchez que la jurisprudencia del estado le defendiera en un asunto más acertadamente privado contra el árbitro Peinado. Esta barrabasada ha gastado en un el varapalo por parte del Tribunal Superior de Rectitud de Madrid, en el que los profesionales de la institución han quedado como malos estudiantes recién licenciados en derecho.

Asimismo sigo sorprendido de que la muchedumbre vea ordinario que un estadio de fútbol del País Vasco ovacione a una persona por tolerar una bandera con símbolos etarras al Everest. Lo triste es que seguramente el homenaje no fue por subir al Everest, esto lo han hecho muchas personas, sino por tolerar una bandera con simbología etarra a dicha cima puntual en los sangrientos abriles de ETA. Digo yo que los ultracuerpos avanzan, no solo en el País Vasco, porque en el resto de España la muchedumbre ve ordinario que el portavoz de los nacionalistas vascos diga que apoya la propuesta del gobierno socialista de gravitar las empresas energéticas en España a cambio de que le permitan bonificar ese impuesto en el País Vasco. Obviamente con fondos que pagaremos todos los españoles.

Y lo zaguero que nos quedaba por ver es al gobierno haciéndose manifestaciones contra sí mismos. Hablamos de las reivindicaciones por las dificultadas que existen para la transacción o arriendo de viviendas. Obviamente, para ellos, el culpable no es la errata de acciones por parte del gobierno, sino de los malvados propietarios de las viviendas, que mira por dónde, quieren cobrar por el arriendo de las casas que han comprado. Las propuestas que circulaba en esas manifestaciones eran «consignas en contra de los PAI que permitirían la construcción de más viviendas» y «facilidades para permitir el impago de los alquileres». Mientras tanto, organizaciones de izquierdas organizan «talleres de okupación», vamos, sensatez máxima.

Hay que rendirse, los extremista cuerpos parece que se han adueñado de la población. No hay averiguación que, a pesar de todo esto, otorgue menos de ciento vigésimo diputados al PSOE. Con estos y la facción de nacionalistas, filo terroristas y comunistas varios, es probable que les dé para revalidar el gobierno cuatro abriles más. Tiempo más que suficiente para zanjar con los últimos vestigios de honradez y operatividad en la atención civil y sistema legislativo.

No busquen a la concurso, vistas sus últimas actuaciones parece que ya han sido invadidos por los ultracuerpos. De hecho, su portavoz, Borja Samper parece que ha sido invadido dos veces. No es de recibo que trate de desacreditar a su compañera Isabel Díaz Ayuso frente a Pedro Sánchez. Como la invasión siga así, un día me veo sonriendo eficaz con lo que cuenta Pedro Sánchez y gritando, como hacía Donald Sutherland, contra la fachosfera y los pseudomedios.

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