El Tribunal Superior de Ecuanimidad de Madrid (TSJM) ha rechazado la petición del Cabildo de Fuenlabrada de suspender las obras ejecutadas por la Comunidad de Madrid en el centro de menores de La Cantueña.Así consta en una resolución, a la que tuvo acercamiento Europa Press, en la que los magistrados deniegan la medida cautelar de suspensión a que remite la presente resolución, sin comunicación sobre las costas procesales de este incidente.
En concreto, el Cabildo de Fuenlabrada interpuso un arbitrio en el que solicitaba la medida cautelar consistente en la suspensión de la ejecución del acuerdo de la Comunidad de Madrid para la elaboración del tesina y ejecución de las obras de acondicionamiento parcial para centro de primera acogida en el edificio La Cantueña en Fuenlabrada a la empresa Construcciones Ruesma S.A.
La Sala argumenta que es «diploma» que dada la situación de los menores no acompañados generada a raíz de su entrada masiva en España en los últimos tiempos, y singularmente en la Comunidad de Madrid, con el consiguiente deber de las administraciones autonómicas de hacerse cargo adecuadamente de ellos dada su situación de desamparo, y la errata de instalaciones y medios materiales para su acogida, se justifica la condición de adecuar los edificios disponibles a esta novedosa situación«.
«Y estando el edificio La Cantueña carente de uso desde hace muchos primaveras, su acomodo a fin del acogimiento de los referidos menores no acompañados debe en principio prevalecer sobre la defensa de la moralidad urbanística que esgrime el Cabildo de Fuenlabrada», aduce.
La Sala estima que las obras en el supuesto de que se estimase el presente arbitrio contencioso-administrativo y procediese la reversión al Cabildo, «no provocarían la condición de demoler lo construido, ni siquiera suponen la transformación irreversible de la finca de forma contraria a lo pactado en el convenio de cesión, por lo que se descartan los perjuicios de díficil reparación que esgrime el Cabildo de Fuenlabrada».
Frente a ello, el Consistorio considera que la ejecución del acuerdo le ocasionaría perjuicios de difícil reparación, que consisten en «realizar unas obras que resultan contrarias a lo estipulado en el Convenio por el cual se cedieron los terrenos y el inmueble para que, a la hora de recuperar su titularidad positivo, se deban adecuar nuevamente al maniquí y normativas urbanísticas y a los usos del ocupación».
Entiende que ello genera por «un flanco un bajo perjuicio para el propio municipio y, por otro, graves incumplimientos por parte de la Comunidad de Madrid que pueden evitarse con la paralización y suspensión del acuerdo».
A principios de junio, el Cabildo de Fuenlabrada precintó las obras en el espacio medioambiental de La Cantueña en cumplimiento del decreto municipal de paralización de las mismas. Pero el día 21 del mismo mes, una árbitro avaló la continuidad de las obras para construir el centro de menores delante «la presión migratoria».
Los primeros menores migrantes llegaron a La Cantueña el final fin de semana de septiembre, según anunció la consejera de Clan, Pubescencia y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, Ana Dávila, quien, unos días más tarde, explicó que el centro estaba funcionando «con total normalidad».
La ubicación del centro de primera acogida de menores migrantes de la Cantueña, enclavado en el polígono de Cobo Calleja, alejado de viviendas, institutos o parques y rodeado de vías de circunvalación, ha suscitado la polémica entre la despacho regional y la tópico.
El corregidor de Fuenlabrada, Javier Ayala (PSOE), ha trasladado a la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia su «preocupación» por el macrocentro de menores migrantes no acompañados que insite la Comunidad de Madrid ha descubierto en La Cantueña, «a espaldas del Cabildo».