“Cuando teníamos todo listo, llegó la Guardia Civil y nos dijo que teníamos que irnos”. Así recibió la noticia Victoria Hernández, vecina de 74 años evacuada de un barrio de Santa Úrsula, que devuelve la pesadilla a la isla con la reactivación de un incendio que meses después sigue provocando reveses en la castigada Tenerife. Ya saben lo que deben hacer y aceptar con resignación teniendo que volver a abandonar sus hogares, aunque confiados en el buen hacer de los cientos de personas que ya luchan contra las llamas.
El pronóstico no es bueno.ya que en los próximos diez días se espera que las altas temperaturas se mantengan en el archipiélago, aunque será el viento el que marcará la pauta de las medidas a adoptar.
El incendio que se inició el pasado 15 de agosto entre los municipios de Arafo y Candelaria y fue controlado a principios de septiembre ha vuelto a mostrar su peor cara. Los vecinos han vuelto a ver cómo las llamas volvieron a brillar en las montañas encima de sus viviendas, que han tenido que abandonar por la proximidad del incendio. Aunque se trata por el momento de un desalojo preventivo, unas 2.400 personas tendrán que volver a dormir fuera de casa, de las cuales un centenar lo harán en albergues habilitados para la emergencia.
Durante la tarde, a pesar de la escenario desfavorable Con el viento y las altas temperaturas el fuego está contenido, en lo que el consejero de Seguridad del Gobierno de Canarias, Manuel Miranda, ha definido como una “calma tensa”. El miércoles por la noche el incendio “nos dio un buen susto”, confesó, aunque “afortunadamente no empeoró”. Por delante, jornadas de trabajo de más de 30 grados en las zonas afectadas, por lo que el incendio depende de la evolución de las condiciones. “Tendremos que estar muy atentos a la evolución del tiempo”, afirmó.
La responsable de Protección Civil y Emergencias del Gobierno de Canarias, Montse Román, explicó que el fuego “corrió rápidamente por los barrancos” en una noche en la que regresaron todas las sensaciones que parecían superadas desde hacía un mes. En el fuego entró en un “zona de difícil acceso debido al viento”, obligándolo a pasar al nivel 2 debido a la necesidad de refuerzo. «Ha habido tres reactivaciones, en la zona de El Ravelo, en El Sauzal, que “hemos podido perimetrar”, y en la zona de Corujera y Pino Alto donde todas las miradas están puestas en estos momentos. “En dos barrancos tuvo una evolución muy rápida”, aunque la contundencia de las tropas y medios aéreos han conseguido frenar su carrera.
El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, ha confiado en el cercano 200 tropas sobre el terreno y los nueve medios aéreos, ya que “esperábamos un escenario peor”, pero con la incorporación de la UME de madrugada, los equipos de la isla y las llegadas de otros puntos del archipiélago “la noche transcurrió razonablemente bien”. Durante la jornada, luchan para “poder nuevamente perimetralizar la reactivación” en un incendio que “fue controlado pero no extinguido”. Ahora “hay que esperar”, afirmó, aunque se ha mostrado positivo dentro de la tensión que el incendio está generando en los vecinos de la isla.
Así lo ha afirmado también el director insular de emergencias de Tenerife, Iván Martín, quien ha recordado que “estamos en el mismo incendio”, que, como se señaló entonces, posiblemente No se puede dar por extinguido hasta Navidad con la llegada de las lluvias esperadas.
Tranquilidad y prudencia
La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, ha indicado que este incendio ha afectado hasta el momento a unas 30 hectáreas. ella ha enviado un mensaje tranquilizador pero también prudente a los afectados, porque será la evolución del viento la que determinará qué medidas habrá que tomar en las próximas horas.
El Ayuntamiento de Santa Úrsula ha aplazado los actos previstos para este fin de semana debido a la fiestas patronales en honor a Santa Úrsula y Nuestra Señora del Rosario por la reactivación del incendio que afecta la zona alta del municipio.
La isla de Tenerife ha sufrido incendios de mayor magnitud en cuanto a superficie quemada, especialmente en 2007, las condiciones meteorológicas y topográficas llevaron a las autoridades a considerarlo en agosto como su incendio. “mas complejo” en 40 años.