El juzgado de Ourense da una segunda oportunidad a 38 deudores



La rampante crisis económica provocada por el covid, la guerra en Ucrania, La inflación y el aumento de los tipos de interés están pasando factura al eslabón más débil del sector empresarial, el auto empleado. Las personas físicas y jurídicas insolventes que en un momento dado no puedan reactivar su economía o negocio. Una deuda lleva a otra y así sucesivamente hasta que son ahogadas por facturas y acreedores. A nivel judicial, Existe un mecanismo de segunda oportunidad para obtener la condonación de la deuda, activando la exoneración de pasivos insatisfechos (EPI), instrumento de trámite judicial que se vio afectado por la reforma concursal, vigente desde el 26 de septiembre del año pasado. Sobre todo, agiliza los trámites en caso de falta de patrimonio (quiebra sin patrimonio ni patrimonio). hacer borrón y cuenta nueva lo antes posible, es decir, que permita una pronta recuperación del concursado. Siempre que el juez no encuentre mala fe en el deudor. De lo contrario, responderían con todos sus bienes, presentes y futuros.

El Juzgado de Instancia 4 (Lo Mercantil) de Ourense ha concedido 38 exenciones de deuda en lo que va de año en estos primeros 10 meses del año (ninguno en 2022). Seis de ellos con liquidación masiva (exoneración total de la deuda) y 32 mediante un plan de pagos, en el que se exonera parcialmente al deudor, una especie de quita. Se trata de casos en los que los empresarios no han sido sancionados con Resoluciones definitivas por infracciones tributarias muy graves.laboral o de Seguridad Social en los diez años anteriores, o con derivaciones de responsabilidad en dicho tiempo.

“Recibía 20 llamadas al día porque debía 315.000 euros”

En un caso de exoneración inmediata resuelto este verano, las deudas ascendieron a 316.000 euros. La aplicación del EPI benefició a una trabajadora autónoma cuyo pequeño negocio se dedicaba a la instalación de calefacción desde hacía 10 años. La afectada, que no quiere revelar su identidad, acudió a ARL Abogados por recomendación de un conocido tras una mala experiencia con otro abogado que “Sacó 1.500 euros de donde no teníamos nada”. No tenía muchas esperanzas pero hizo un último intento.

El abogado Arturo González, según destacan la afectada y su marido, logró sacarla del hoyo con sentencia absolutoria en dos cuestiones: la reclamación de los honorarios del abogado anterior y la solicitud de exoneración de responsabilidades -quiebra sin masa, después de la abultada deuda contraída desde el estallido de la pandemia.

La empresaria, que ahora trabaja como empleada, no solo se vio asfixiada por los préstamos sino también por la ansiedad y depresión derivadas de las complicaciones económicas. “Después del Covid, era cada vez más difícil realizar pagos; Llegó un momento en que fue imposible; Pedí nuevos préstamos para pagar las deudas hasta que veas que no puedes seguir adelante.”, relata. El interés, en algunos casos, llegó al 27%. “Un agujero tapa otro agujero hasta que se convierte en una bola y dices: ‘No puedo más’”. Aunque el procedimiento concursal fue rápido, en el camino hubo noches de insomnio, náuseas y un teléfono que no dejaba de sonar. “Tenía a los acreedores encima; “Llamaban 20 veces al día, por la noche, el sábado o el domingo”, afirma.

Arturo González, el abogado que interpuso la demanda por la exoneración total de los pasivos insatisfechos, asegura que aceptaron el cambio de legislación implementado en 2022 al permitir “un procedimiento más corto y sencillo sin que exista masa -patrimonial-”. El asunto fue judicializado ese año y a finales de julio de 2023 ya había sentencia firme en elMercantil.

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