Entre platos de arroz, cerdo agridulce y cerveza china, una trifulca en medio de un restaurante del barrio de Usera estuvo a punto de costarle la vida a un cliente, tras ser atacado con un pen-gun por otro asiático. No disparó (al menos, ningún proyectil lo golpeó), pero se metió un arma tan única en la cabeza un par de veces.
Todo estaba asustado y ahora se investiga el motivo específico del ataque, que está ligado a un tema económico. El sospechoso está bajo custodia y su víctima fue liberada con heridas leves.
El restaurante Guo Rong, en la calle de Dolores Barranco, 52, es uno de los que mejores críticas en webs de visitantes y recomendaciones tiene en el barrio chino por excelencia de Madrid. Allí, en el tercer piso, un ciudadano de esa nacionalidad de 51 años estaba en una especie de reservado, un salón cerrado, con más comensales. En el momento en que estalló la situación, estaba esperando que les trajeran los platos que acababan de pedir, según han explicado a torrevieja news today fuentes policiales.
Pero a las 21:48 horas, la Policía Municipal fue comisionada de urgencia en el establecimiento. Empresarios reportaron que un individuo había llegado y agredido a un conocido cliente. Según explicaron en un primer momento, él le había disparado.
Este diario ha podido saber que el atacante subió a la habitación y, tras abrir la puerta, le dijo a su víctima que saliera. Se conocían antes. El atacante había trabajado con la persona con la que quería ajustar cuentas, en la reparación de una máquina. Hubo un desacuerdo económico, que quiso zanjar previamente, sin que el aludido cediera. Esa es la base fundamental de la hipótesis del caso.
El sospechoso luego se abalanzó sobre el restaurante y se pelearon. Según cuatro testigos, escucharon una explosión, como un disparo, aunque no lo vieron. Por eso, cuando el cliente cayó al suelo con dos golpes en la cabeza (en concreto, en el pómulo y en la frente), se temió lo peor.
Los agentes avisaron al Samur, que atendió allí al hombre de 44 años, y vio inicialmente que las erosiones que presentaba eran compatibles con al menos una herida de bala, con orificio de entrada pero no de salida. Por lo que lo trasladaron grave al hospital Doce de Octubre.
Tres balas y dos pistolas.
Uno de los testigos entregó a la Policía un pen-gun (que le había quitado al sujeto), un arma de metal prohibida que, efectivamente, simula ser un bolígrafo pero está montada para disparar. Se da la circunstancia de que, mientras llegaban los funcionarios de Usera, los propios clientes y empleados del restaurante detuvieron al sospechoso. Posteriormente, durante el cateo del imputado, encontraron un segundo artefacto como ese, con tres balas de pequeño calibre. Fue arrestado de inmediato.
Al lugar acudió el Grupo de Delitos Violentos (DEVI), de la Brigada Provincial de Policía Científica, que aún trabaja con la hipótesis de que podría tratarse de un tiroteo en toda regla. Se tomaron las dos plumas para analizarlas y comprobar si había sido golpeada. Sin embargo, sí parece que la idea del atacante era acabar con la vida del cliente de Guo Rong allí mismo.
El policia nacional También acudió al 12 de octubre, para intentar tomarle declaración al lesionado. Y lo consiguieron. Porque los médicos que lo atendieron allí aclararon que lo que realmente había sucedido era que lo habían golpeado, pero no le habían disparado. Este extremo fue corroborado por la propia víctima a los agentes: “no me disparó, pero me atacó con el bolígrafo en la cara”, reconoció. Le pusieron cuatro puntos de abordaje y fue dado de alta.
“Policías desaparecidos”
Precisamente ayer, la teniente de alcalde de Madrid y delegada del Área de Emergencia y Seguridad, Inmaculada Sanz, denunciaba la falta de efectivos: «Llevamos mucho tiempo diciendo que la capital necesita más policías municipales; tenemos un déficit estructural de más de mil agentes en nuestra plantilla. Llevamos cuatro años denunciándolo desde que entramos en el Gobierno. Lamentablemente no hemos tenido ningún tipo de respuesta positiva por parte del Ejecutivo de España para que podamos incorporar ese número de policías que necesita esta ciudad.
Sanz ha añadido que Madrid es “una de las capitales mundiales más seguras del mundo y eso se refleja en todos los datos, en todos los ‘rankings'”: “Pero hay un aumento de hechos delictivos que tienen que ver con armas blancas y es algo que debe ser atendido”.