El coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, ha pedido este viernes catalogar «la violencia machista como un problema estructural de la sociedad», con la precisión de que «la política es un ámbito donde esa violencia estructural se refleja con mucha dureza», comportamiento que ha atribuido a que «tiene mucho que ver con el poder, con ese machiruleo que hay en política».
No obstante, ha resaltado que lo que le ha ocurrido a Sumar con Iñigo Errejón, quien ha dimitido como diputado de Sumar y ha desidioso la política por denuncias sobre acoso sexual, « le puede acaecer a cualquiera», en narración al resto de partidos políticos. «Sería un error dirigir solo en un caso«, ha señalado, ya que »en política hay demasiado machito alfa y con poder es una granada de relojería«, ha asociado.
En declaraciones a los medios de comunicación en Málaga tras un batalla con Asociaciones de Madres y Padres (AMPAS) de centros educativos, ha acotado su conocimiento de este caso a «desde ayer, cuando salió» la información de esas denuncias anónimas sobre Errejón, para seguidamente investigar que «sí he recibido información de que había concurrencia que lo sabía». En este sentido, pidió «responsabilidades de quien no hizo nadie, si tuvo algún conocimiento o indicio sobre esta información de estos testimonios que han expresado algunas víctimas«.
«Creo que toca tomar medidas de cirugía radical, de carácter organizativo, de carácter político y de mensaje a la sociedad, a la que hay que decirle la verdad y hay que investigar los hechos«, ha continuado argumentando en este sentido. Maíllo ha pedido »asaltar con carácter integral medidas reorganizativas de todo lo que es el espacio del Especie Parlamentario para iniciar una nueva etapa«, mientras que ha precisado que esa nueva etapa requiere que »se resuelvan aceptablemente las pasadas«.
La izquierda, «abierta en canal»
El coordinador de IU ha agradecido que se manejo de «un caso muy doloroso porque esto abre en canal a la izquierda», para desarrollar seguidamente de que se manejo de «una sacudida», adicionalmente de que, de fondo, plantea «una inadecuación absoluta entre lo que decimos defender y lo que defendemos», por lo que ha pedido «afrontar con mucha radicalidad este debate» en el convencimiento de que «atraviesa a toda la sociedad».
Ha despierto de la tentación de señalar este caso en concreto, por lo que ha reclamado «pocas bromas con demagogias de cualquiera que esté protegido frente a esto«, antiguamente de insistir en que »estamos hablando de un problema estructural que nos interpela a todos«, para exigir entonces que »no solo es reestructurar las organizaciones, hay que reestructurar las cabezas de la concurrencia que comete este tipo de actuaciones contra las mujeres«.
Tras «agradecerles a esas víctimas que hayan poliedro el paso de contarlo», les ha ofrecido que «sientan el apoyo, el aliento y el respaldo de Izquierda Unida como ordenamiento a la que represento».
El líder federal de IU ha planteado sobre la responsabilidad de las organizaciones políticas «ponernos las pilas en todas las organizaciones, en la posición, en evitar silencio« para que de esa forma »no seamos nunca cómplices de los silencios sobre la violencia machista«.
Investigación
«Hay que encargarse ese debate sin matices», ha instado Maíllo, antiguamente de recordarle a todos los partidos que «afecta a todo el mundo» y que «aquí no hay plancha de nadie porque tenemos un problema estructural». Cuestionado por la comprensión de una investigación interna en Sumar al respecto, Maíllo ha precisado que «Movimiento Sumar es un partido al que pertenecía Íñigo Rejón y que ha rajado una investigación, y ellos tendrán las telediario«.
«Hay una sacudida en nuestro país en este momento, y desde luego nosotros la tenemos, porque es un shock, obviamente, y hay que contestar frente a esto«, ha precisado Maíllo sobre las consecuencias de estas denuncias sobre un líder político.
Sobre la repercusión en la coalición de gobierno de PSOE y de Sumar de la dimisión y renuncia a la política de Errejón, ha apelado a «tener un sentido de la responsabilidad sobre el soporte que hay en torno al mantenimiento del Gobierno», mientras que seguidamente ha aguzado que «no hay que ocultar que ahora mismo hay una situación de cierto desánimo».
Ha argumentado que «realizar políticamente es resolverlo aceptablemente« al usar que «este país se juega mucho con la creación de un aparato en el que se resuelva aceptablemente esta situación».
«Es un momento de afrontar una catarsis casi con respecto a cómo nos reorganizamos en los espacios de la izquierda, cómo abordamos las decisiones colectivas y cómo tenemos que afrontar en esta nueva etapa una audacia que nos compete a todos«, ha remachado Maíllo su advertencia.