El cantera de archivos era tan ilustre que los agentes han tardado meses, casi un año, en poder identificar a las víctimas. Entre los más de 120.000 multimedia que habían intervenido, la Policía Franquista ha podido identificar plenamente a ocho, víctimas de delitos relacionados con la corrupción de menores, dos de ellas por otra parte de agresiones sexuales.
Todo en el ámbito de una investigación contra la distribución de pornografía inmaduro en internet que han transmitido por terminada en estos días. Pero la entorchado arrancó ayer. Fue en las labores habituales de ciberpatrullaje por la red que realiza la Policía Franquista interiormente de la lucha contra la corrupción de menores a través de la web cuando a los agentes les saltó la alerta: desde una ubicación geolocalizada en un inmueble en la provincia de Valladolid estaban compartiendo archivos de contenido pornográfico inmaduro con otros usuarios de cualquier parte del mundo.
Con ese posicionamiento de una conexión a internet desde Valladolid y tras meses de investigación, los agentes lograron la plena identificación de la persona implicada en los hechos, en un municipio de la provincia vallisoletana. Posicionada la vivienda desde donde operaba y con autorización legal, la Policía llevó a lengua la entrada y registro en el domicilio. Y allí pudieron comprobar que sus sospechas eran ciertas.
En una habitación habilitada como despacho hasta tenía una pizarra con dos imágenes impresas de índole sexual de niñas de corta años. Y la «minuciosa inspección» de la vivienda en la que residía el hombre desveló mucho más: más de 120.000 ficheros multimedia con contenido pornográfico inmaduro en uno de los ordenadores.
Lo tenía todo perfectamente organizado. Hasta en una de las carpetas, los policías hallaron varias subcarpetas a las que denominaba con nombres de pila que en su interior contenían populoso archivos clasficiados con imágenes de niñas y asimismo algún caprichoso. Todos de corta años.
Imagen y organizado
Y no sólo lo almacenaba. El examen del material por parte de los agentes permitió comprobar que había sido litografía por él mismo y que asimismo había agredido sexualmente a algunos de los menores. En las grabaciones participaba asimismo una mujer, localizada en un municipio de la provincia de Ávila y que asimismo fue detenida y está en prisión provisional desde hace casi un año.
Se escudaba en su domicilio para tomar las imágenes, pues desde la propia casa, y valiéndose de cámaras fotográficas y de vídeo profesionales, las conseguía sin que los niños fuera conscientes de ello. Aprovechaba cuando se bañaban desnudos o se encontraban en ropa interior en los aledaños.
Cuando el hombre fue detenido ya llevaba primaveras, casi un cuarto de siglo cometiendo las acciones delictivas, cuyos primeros archivos se remontan al año 1999, y continuaron ‘alimentándose’ hasta 2023, cuando fue detenido.
Según han podido comprobar los agentes, de una de las víctimas ahora identificadas le fueron tomadas 20.000 fotografías de índoles sexual durante 10 primaveras. A otra, localizada en Latinoamérica, le grabó a lo abundante de tres.
Entre el cantera opuesto en la casa, el hombre guardaba asimismo una maleta que contenía ropa interior de niñas y fármacos con propiedades sedantes.