Estaba ilusionada con Ínigo, pero lo único que quería era tocar mi cuerpo y meterme la lengua



La actriz Elisa Mouliaá ha asegurado que “estaba ilusionada” y pensaba que podía tener una “historia de apego preciosa” con Íñigo Errejón, al que “tenía en un pedestal”. “Pero en sitio de encontrarme con poco romántico me encontré con una persona que lo único que quería era tocar mi cuerpo y meterme la jerga”, ha añadido.

Así se ha pronunciado este sábado la actriz en la red social X a posteriori de conocerse que ha denunciado a Errejón delante la Pelotón de Grupo y Mujer de la Policía Doméstico por presunta violencia sexual.

Mouliaá ha querido con su mensaje “aclarar” a los “neandertales” que le dicen que debía estar en casa con su hija y marido el día de los hechos. “Una mujer puede salir de fiesta con sus amigos si le da la apetito cuando quiera y sin que la juzguen, teniendo o no marido, estamos en 2024”, defiende, para precisar que ya estaba separada y en proceso de divorcio, que se formalizó de forma amistosa en 2023.

La intérprete relata que acabó en la vivienda de Errejón porque el entonces diputado le dijo que un coche les estaba esperando desde hacía cinco minutos. “Y en su casa le dije que me iba de ahí, primero porque en el taxi me habían llamado diciendo que me hija tenía fiebre y si me estaba sintiendo mal eso lo empeoraba más y segundo porque era todo invasivo e incómodo”, explica.

En este sentido, Mouliaá aporta como prueba una captura de una conversación posterior a ese día con una amiga a la que le decía lo “invadida” que se había sentido por el comportamiento de Errejón.

Según la denuncia, los hechos tuvieron sitio entre finales de 2021 y principios de 2022. La intérprete describió a los agentes que conocía a Errejón porque llevaban un año hablando por redes sociales y que acudió una tarde a la presentación de un vademécum del exportavoz.

Aquel día, de acuerdo al refrendo de Mouliaá, Errejón le hizo tocamientos no consentidos y delante ese comportamiento se sintió “paralizada” y no consintió falta de lo que sucedió, adicionalmente de pedirle que cesara: “Íñigo, solo sí es sí, parece mentira que me esté pasando esto contigo”.



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