Pedro Sánchez pisa el acelerador e intenta hacerse con la mayoría que necesita para reeditarse al frente del Gobierno. en un discurso ante sus diputados y senadores reunido en el Congreso ha dado por hecho que lo conseguirá y que será él quien se gane la confianza de la mayoría parlamentaria para iniciar y liderar una nueva legislatura. En un intento por captar el apoyo que le falta para conseguirlo, ha anunciado, en un nuevo guiño a las fuerzas abertzales e independentistas, su decisión de “promover el uso de las lenguas cooficiales en las instituciones comunitarias”, en referencia al catalán, gallego y euskera La promesa se hará efectiva durante este semestre de Presidencia española de la UE.
El secretario general del PSOE ha presumido que durante su gobierno ha hecho un esfuerzo por “promoción” de las lenguas cooficiales y de ahí ha saltado al anuncio de que reforzará este trabajo en Europa, pero no en el Congreso, con una reforma del Reglamento, como vienen reclamando los independentistas en la última legislatura. Yolanda Díaz también planteó esa opción a principios de mes, que para atraer votos de ERC, Junts, EH Bildu, PNV y BNGtodos ellos necesarios para que el bloque de la izquierda supere los 171 que ya tiene la derecha, con PP, Vox, UPN y la duda de Coalición Canaria, que inclinaría la balanza hacia Feijo si Junts no cede el sa Sánchez.
El anuncio de Sánchez ha tenido una respuesta casi inmediata por parte del PNV. Su vocero en el Congreso, Aitor Estebanha asegurado en un tuit que Sánchez se ha mostrado hasta ahora poco creíble en cuestiones lingüísticas y ha puesto como ejemplo el PERTE de la nueva economía lingüística, que en principio tiene un presupuesto de 1.100 millones de los cuales sólo dos se dedicaron al euskera. Esteban se pregunta: “¿Ahí fuera y no dentro? Parece que los vascos en el Estado son menos europeos”.
El presidente del Gobierno en funciones y líder del PSOE ha reclamado al popular eso “respetar el sistema parlamentario español” y reconocer que España debe ser gobernada “por quien tenga más apoyo parlamentario”, condición que considera que ya cumple. En este sentido, Sánchez ha anunciado que pide la confianza del Parlamento para formar el Ejecutivo. Lo que no ha garantizado, sin embargo, es tener todos los votos necesarios amarrados tanto para elegir mañana la presidencia del Congreso como para luego jurar como presidente. Por su parte, la principal socia de Sánchez, Yolanda Díaz, líder de Sumar, ha expresado su esperanza de que mañana el bloque “progresista” logre la presidencia de la Cámara de Diputados, clave para sacar adelante la intención de investidura de Sánchez. y formar un gobierno. Díaz ha asegurado que desde su formación está “negociando al más alto nivel” para conseguirlo.
En su ofensiva contra Feijo, Pedro Sánchez ha llegado a decir que “Basta de cábalas mágicas y presiones al jefe de Estado”, descartando así que el líder popular pueda ser propuesto por el Rey tras la ronda de consultas como ganador de las elecciones y como referente de un bloque que con los 33 de Vox y el diputado de UPN ya llega a los 171 que también tiene Sánchez hoy. De momento, queda un voto más, el de Coalición Canaria, que podría optar por uno u otro bloque y que, en principio, estaría más inclinado a apostar por el liderado por los populares con los que gobiernan el comunidad canaria.
Sin embargo, mientras esperaba la siete diputados de Junts confirmar mañana el sentido de su voto en el proceso de elección de la Mesa del Congreso, Sánchez ha enhebrado un discurso en el que ya se declara vencedor y ha atacado al PP exigiéndole que reconozca la legitimidad de un futuro Gobierno presidido por él. En su discurso, el líder socialista insistió en el fracaso de la propuesta de “derogación” de Nz Feijo que, dijo, ha sido rechazada por la mayoría de los españoles. También ha pedido a sus diputados y senadores que luchen contra los Gobiernos autonómicos y municipales que han conseguido amarrar a los populares, convirtiéndose en “la voz de la esperanza frente a los desmanes” de los Ejecutivos de PP y Vox. En este sentido, el socialista ya apuesta por una política de enfrentamiento con lo popular en el terreno autonómico donde el poder de la formación Feijo, tras las elecciones municipales y autonómicas del 28-M, es indiscutible.
“La apuesta de Feijo ha fallado”ha repetido varias veces y ha añadido: “Espero que cuando haya un gobierno del PSOE, los populares no lo cuestionen”.
Además, Sánchez ha destacado que el PSOE “es la fuerza que hace que España sea vista desde el exterior como un país avanzado, tolerante y abierto y la fuerza en la que la mayoría confía para avanzar”. “Este es”, ha asegurado, “el dilema al que se enfrentó España el pasado 23 de julio: avanzar o dar un salto atrás tan grande como el que propusieron el PP y Vox. El PSOE avanzó en aquellas elecciones y es porque el país y el gobierno lo hizo bien”.
“A diferencia de otras etapas”, agregó, “hoy España tiene un gobierno que no mira para otro lado y que se escucha en Europa. Hacía décadas que España no asistía a un impulso reformista como el vivido en la pasada legislatura y eso fue gracias al protagonismo y liderazgo del Grupo Socialista”.
A diferencia de éste, el líder del PSOE ha retratado al PP como el partido que “sólo tiene la involución como proyecto político”. Y ha subrayado: “El proyecto de derogación fracasó en las urnas. Pidieron mayoría para volver atrás y no la obtuvieron ni en escaños ni en votos. La mayoría ha dicho en las urnas que quiere consolidar los avances de los últimos cuatro años”.
Por todo ello, según Sánchez, los populares son “incapaces de asumir la realidad política, social y territorial de España y están en estado de shock. Querían un plebiscito y lo tuvieron”. Fracasaron el 23 de julio.“.
Yolanda Díaz, por su parte, ha insistido en que la voluntad de la constituyente española no era que gobernara la fuerza con más votos, sino la que pudiera reunir más apoyos. Según Díaz, la dirección del PP “apaga” y ha advertido que los populares “intentarán demostrar que al país le va mal porque les va mal”. En su opinión, “la derecha está en descomposición” y el PP “ya está metido en la política de la negación”.