pandilleros encapuchados mutilan a dos jóvenes


En torno a de media docena de integrantes de una manada latina salieron de ‘caza’ la incertidumbre del viernes por Ciudad Directo y acuchillaron de modo salvaje a dos jóvenes, uno de ellos de 16 abriles, en las inmediaciones del parque de Ascao y en el vecino ciudadela de La Elipa. Se comercio de una zona del distrito en constante disputa entre los Dominican Don’t Play (DDP), el corro dominante en la zona, y sus rivales más recalcitrantes, los Trinitarios. La comisaría ha transmitido parte del atestado a la Regimientos Provincial de Información, que cuenta con expertos en pandilleros.

El primer aviso a la Policía Doméstico y a la Municipal llegó a las 21.23 horas. Alertaba de una reyerta en la calle de Gutierre de Cetina, 87, con machetes, catanas y cuchillos jamoneros. Cuando se dirigían al emplazamiento, los comisionaron en el parque de Ascao, cerca del número 32, porque en el interior había un mancebo apuñalado. Los agentes fueron rápidamente y prestaron los primeros auxilios al herido, que estaba siendo ayudado por un amigo en la citación «zona de la fuente», según los datos recogidos por torrevieja news today.

La víctima sangraba abundantemente, estaba en posición decúbito supino, sin camiseta, con una gorro de los Chicago Bulls y con dos heridas: una en el bíceps derecho y la segunda en el costado del mismo flanco, así como contusiones y arañazos en la espalda. Los funcionarios le taponaron las lesiones para evitar una pérdida masiva de familia y, mientras estaba consciente, preguntaron al pequeño, dominicano de 22 abriles, por lo sucedido: «Ha sido un corro de jóvenes latinos. Iban vestidos de infeliz, encapuchados, y uno tenía una gorro oscura con tonos naranjas». Agregó que le habían atacado con machetes, catanas y una cortaplumas palomilla pequeña. Luego, huyeron por las calles cercanas, a la carrera.

Al venir el Samur, los actuantes aprovecharon para conferenciar con el amigo de la víctima, un compatriota de 19 abriles y vecino asimismo de la zona. Afirmó que entreambos estaban con otros tres o cuatro amigos más sentados en un lado cuando vieron venir a seis o siete pandilleros que se les quedaron mirando, hasta que sacaron las armas blancas de entre sus ropas. Todos salieron a la carrera, excepto el herido, al que tiraron al suelo, golpearon y la emprendieron a cuchilladas con él. Luego, el amigo se dio la reverso para ayudarlo, aunque nadie de los dos quiso aportar más datos ni colaborar. Los sanitarios trasladaron al contuso al hospital Gregorio Marañón. Fueron escoltados por un convoy de Policía Doméstico y Policía Municipal.

Las dos agresiones pueden estar ligadas a una antedicho esa tarde en el Patrón de García Noblejas, asimismo con armas blancas

Los agentes dieron batidas, en sondeo de los sospechosos. Tuvieron conocimiento de que antiguamente, sobre las ocho de la tarde, se había producido otra reyerta en el Patrón de García Noblejas (semirrecta 7), muy cercano, en sentido Simancas. Hubo que cortar la semirrecta porque estaban agrediéndose dos grupos en el andén, donde se localizó un cuchillo y asimismo, por las cámaras, podía hallarse a un mancebo con la misma gorro que llevaba el luego agredido. Los investigadores sospechan que entreambos sucesos están conectados.

Un alfanje de 30 centímetros

Mientras buscaban a los pandilleros por Ascao, hallaron un alfanje con empuñadura roja y de 30 centímetros de desprendido, en la calle de Gutierre de Cetina con la de Achuri. Entonces, entró otro aviso: había un segundo apuñalado, a la mérito de la calle de Gerardo Cordón, 51. Se trataba de un último de 16 abriles, asimismo dominicano. En el emplazamiento, los policías se encontraron a un corro de personas que auxiliaba a la víctima, quien sangraba por el vientre, en el flanco derecho de la pelvis, y por la pierna y el valedor izquierdos.

Los uniformados taponaron las heridas con un parche hemostático y asimismo le aplicaron gasas, tras rajarle el pantalón vaquero, y ver otra cuchillada en la rodilla. Le mantuvieron consciente, pues comenzaba a presentar signos de hipotermia por la pérdida de familia, así que le taparon con una edredón térmica hasta que llegó el Samur. Todavía apareció la origen de la víctima, muy nerviosa.

Un amigo explicó que se acababa de despedir de él cuando los pandilleros le agarraron y le metieron en el parque y comenzaron a golpearle con correas y a darle machetazos. Identificó a uno de los agresores como Nico, vestido de blanco y una mérito de 1,60 metros. Otros testigos añadieron que iban encapuchados, de infeliz, con pañuelos en las caras, como los de Ascao.

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