“Tirar la casa por la ventana” es un dicho que se ajusta perfectamente a lo que ocurre cuando una pareja decide dar el paso de contraer coyunda. Aunque el número de bodas ha descendido en los últimos abriles, gran parte de los que deciden darse el “sí quiero” no escatiman en detalles a la hora de organizar sus ceremonias. El presupuesto para un enlace matrimonial con una media de un centenar de invitados ronda los 30.000 euros en la provincia de Ourense.
Cada vez es más popular en Ourense que haya bodas de todo tipo de edades, con un aumento trascendental de los enlaces entre mayores de 50 abriles -que se han triplicado en la última década-. La longevo parte de estos matrimonios surgen luego de un divorcio o una separación, por lo que a la hora de organizar esa segunda o tercera boda la celebración es, normalmente, más sencilla. Sin incautación, como en todo, siempre hay casos distintos.
Las parejas más jóvenes han acogido tradiciones de otros países como nombrar a varias damas de honor y caballeros
Así, dependiendo de la permanencia de los novios, el presupuesto prioriza unos detalles u otros. “Los más jóvenes se preocupan más por contratar fotomatones y extras para el momento de la fiesta, mientras que las parejas un poco más mayores le dan más importancia a los detalles para regalar a sus invitados”, explica Juan Manuel Fernández, de Magic Stories, una empresa ourensana que se dedica a la ordenamiento de este tipo de eventos. En este sentido, asegura que estas parejas pueden conmover a dejarse unos 20 o 25 euros por invitado en los obsequios.
Por otra parte, otra de las diferencias que encuentra Fernández a la hora de planificar los enlaces tiene que ver con las propias tradiciones. Las parejas que se casan más tarde “buscan más la intimidad” y “son reacias a que se publiquen cosas del evento en redes sociales”. Mientras, los más jóvenes “han acogido tradiciones de otros países como nombrar a varias damas de honor, por parte de la novia, y caballeros, por parte del novio”.
Con todo, otro de los grandes factores diferenciales, tiene que ver con los responsables de admitir los costes. “Cuando son jóvenes normalmente los gastos de la ceremonia corren a cargo de los padres, mientras que si son parejas más mayores son ellos mismos los que pagan”, apunta Fernández.