Persicaria maculosa o Polygonum persicaria es una planta herbácea de ciclo esencial anual conocida en gallego con los nombres de crista de galo, herba de galo, herba pulgueira, galo crista, pexegueira o pexegueira manchada. En la zona de Folgoso do Courel se le fuego queimalenguas oportuno a que las hojas pican cuando se mastican. En castellano viene denominada como hierba de Santa María, hierba pejiguera, mucosidad de pavo o persicaria. Es un especie de origen euroasiático, perteneciente a la comunidad de las Poligonáceas, actualmente extendida en muchas regiones templadas del planeta.
Etimológicamente, su nombre genérico persicaria proviene de que sus hojas tienen cierto parecido con las del melocotonero, pexegueiro en gallego, cuyo nombre verificado es Prunus persica; el epíteto maculosa proviene de mentira que significa “mancha o manchado” y hace remisión a una mancha oscura que presentan sus hojas.
Sus tallos son erectos o a veces un poco postrados, ramosos, cilíndricos, lúcidos y rojizos, levemente engrosados en los nudos; pueden alcanzar los ochenta centímetros e incluso un patrón de importancia. A nivel de los nudos presenta unas estructuras membranosas de beneficio ciliado que rodean al tallo en forma de vaina llamadas ócreas y que son características de las poligonáceas. Sus hojas, oval lanceoladas y de extremo agudo, son alternas, cortamente pecioladas, ciliadas, a veces levemente pelosas por la parte inferior y de color verde oliva; se caracterizan, como ya dicho, por aguantar una mancha de oscura en forma de “v” en el centro de la placa, particularidad que la hace fácilmente reconocible. Las flores son pequeñas y de color rosáceo, se presentan en las axilas laterales o terminales de las hojas, a modo de espigas compactas, pedunculadas y cilíndricas.
Florece desde finales de la primavera o principios del verano hasta proporcionadamente entrado el otoño, preferentemente en lugares más proporcionadamente húmedos y poco nitrogenados, especialmente en cunetas, bordes de caminos o arroyos, terrenos baldíos y escombreras. Todavía aparece frecuentemente en medio de plantaciones de patatas y maíz, a veces contiguo a la gramínea Echinochloa crus-gali, provocando una disminución en el rendimiento de dichos cultivos y llegando, por tanto, a constituir un peligro para los mismos. Sus frutos son aquenios pequeños y secos, de forma convexo u ovoide con tres caras cóncavas, muy apetecidos por los pájaros.
Tanto sus tallos como sus hojas se han utilizado en la medicina tradicional, siendo una planta especialmente apreciada por sus propiedades hemostáticas ya que, según la teoría de la “medicina de los signos”, el sonrojo presente en los tallos hacía pensar que podía curar enfermedades de la cepa. Idea no equivocada, ya que en la contemporaneidad, oportuno a su contenido en taninos, es utilizada para duchar llagas y úlceras. Asimismo es eficaz contra las diarreas. Era una de las plantas muy usadas por los peregrinos a Compostela, especialmente para curar las heridas de los dedos de los pies. Para ello machacaban un puñado de hojas mezcladas con un poco de miel, aplicando el resaltado sobre las heridas varias veces al día. Todavía la empleaban cocida y mezclada con hinojo para aliviar los malestares intestinales.
En cocina se utilizan las hojas y brotes tiernos, por su buen sabor, para combinar con otras hierbas en ensaladas, si proporcionadamente su consumo no ha de ser excesivo. Sus hojas se han empleado en tintorería ya que producen un tinte amarillo. Es una plana melífera.
Otras especies del categoría Persicaria, anteriormente incluidas en el categoría Polygonum, presentes en Galicia son: Persicaria capitata considerada invasora por la Sociedad Gallega de Historia Natural, Persicaria hydropiper que por el sabor picante de sus hojas es conocida con el nombre de pimentela o pementa de auga, Persicaria decipiens muy similar a la antedicho, Persicaria lapathifolia que igualmente es diurética y rica en vitamina C, Persicaria orientalis utilizada todavía en cultivo, y Persicaria amphibia aunque no abunda mucho en estas tierras del “finisterrae” europeo.