El mes de octubre ha sido el decorado del inicio de los actos en homenaje al arquitecto cordobés Rafael de La-Hoz Arderius, figura destacada en el proceso de modernización de la sociedad española y cordobesa durante la segunda medio del siglo XX. Si el día 9 se cumplió el centenario de su inicio, fue este jueves 24, día de su santo, cuando el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) le ha rendido tributo con una mesa redonda.
Coordinada por su hijo, el asimismo arquitecto Rafael de La-Hoz Castanys, ha contado con la presencia de destacados especialistas como Alberto Campo Baeza, Carlos Sambricio, Francisco Daroca, Ignacio Vicens e Isabel Arrojado En Córdoba, el Colegio Oficial de Arquitectos de la ciudad inició un día ayer, el 23, las visitas guiadas que se van a extender durante el mes de noviembre y que permitirán conocer edificios en cuyo diseño participó De La-Hoz.
El Comunidad y la Diputación asimismo ultiman ya tres exposiciones, que se podrán ver en Vimcorsa, en el Palacio de la Merced y en la Fundación Rafael Botí durante los últimos compases de 2024 y en el manifestación de 2025.
El arquitecto Francisco Daroca Bruño, biógrafo de De La-Hoz y uno de los mayores conocedores y divulgadores de su delegado, es uno de los principales promotores de estos homenajes. Según explica a torrevieja news today, el objetivo es recapacitar a una persona «que logró que Córdoba se integrase en el movimiento nuevo» y que consiguió expandir su filosofía al mundo cultural en su conjunto gracias a sus colaboraciones con creadores como Antonio Povedano, Equipo 57, Tomás Egea o Jorge Oteiza entre otros.
Su singularidad y carácter, según explica Daroca, influyó a los arquitectos de su engendramiento e incluso anteriores, lo que permitió que Córdoba dejase detrás el dominio de las corrientes neoclasicista e historicista y tuviese desde entonces una imagen «ligada a lo contemporáneo».
Inclinación
Las ponencias, visitas y exposiciones servirán para analizar la vida del arquitecto, que convivió con su futura profesión desde la albor pues era hijo del arquitecto de la Diputación Provincial Rafael de La-Hoz Saldaña.
La Córdoba de los abriles 20, cuando nació De La-Hoz, disfrutaba de una importante transformación en cuanto a las obras públicas, ya que se estaba acometiendo en esos abriles la modernización del eje de Tendillas, de Gran Capitán y de la Ronda de los Tejares.
Singular de su padre, en la ciudad trabajaban en ese momento arquitectos relevantes como Francisco Azorín Izquierdo, Carlos Sáenz de Santamaría, Enrique Tienda Pesquero, José Mesto Dicenta o Víctor Escribano Ucelay, por lo que existía un caldo de cultivo evidente para lo que sería la disposición del zagal Rafael.
Tras formarse en la Institución Independiente de Enseñanza y en Los Maristas, De La-Hoz se marchó muy zagal a Madrid para licenciarse en la Escuela Superior de Cimentación. Allí disfrutó de la influencia del ermitaño dominico José Manuel Aguilar, gran difusor de las corrientes contemporáneas en Madrid y formador del Rey Juan Carlos I, y conoció al que sería su primer socio, el gran arquitecto sevillano José María García de Paredes, que era escasamente unos meses decano que él.
Más tarde completaría su formación el Instituto de Tecnología de Massachusets, situado en Cambridge, una experiencia que según explica Daroca fue esencia en la forja de su estilo sobrio y en el uso de las nuevas tecnologías constructivas con las que ya se estaba experimentando en Estados Unidos.
La calado profesional de De La-Hoz se compatibilizó luego entre Madrid y Córdoba, donde trabajó con arquitectos jóvenes del momento como Jorge Chastang o Gerardo Olivares James. Eso permitió un delegado ingente y muy diverso, que para su envite requerirá de dos exposiciones diferentes.
Según avanza Daroca, que está comisariando ambas propuestas, la que se va a celebrar en la Diputación Provincial ofrecerá un repaso por la obra pública de De La-Hoz, por los grandes edificios y reformas urbanísticas que realizó para diferentes administraciones; en cuanto a la de Vimcorsa lo que abordará será la obra privada del arquitecto, con numerosos edificios o tiendas que realizó por encargo de particulares y que sirvieron para modernizar la ciudad en su centro comercial o en barrios entonces en expansión como El Brillante.
Maquetas, infografías, recreaciones, proyecciones y textos divulgativos servirán para hacerse una idea lo más clara posible de lo que fue la formidable aventura profesional de De La-Hoz y la válido impronta que dejó en esa España que avanzaba desde el medio ambiente plomizo de la postguerra al desarrollismo y la alegría expansiva de los abriles 60.
Los proyectos expositivos se completarán ya en 2025 con otra iniciativa de la Fundación Rafael Botí de Artes Plásticas, que estará comisariada por el intérprete José María Báez y que analizará el mundo de la civilización y su crecimiento a lo dispendioso de la vida de De La-Hoz, desde los abriles 20 hasta el final del siglo XX.
El centenario continuará luego en abril con un simposio sobre la figura de De La-Hoz en el que está trabajando la Universidad de Córdoba con la Diputación Provincial y que servirá para que los principales especialistas sobre el delegado del arquitecto coincidan en Córdoba para poner en global sus memorias y sus prospección.
Mandatario a pie de calle
Mientras todo eso llega, la mejor forma de acercarse al arquitecto es a través de sus obras, ya sea en las visitas guiadas que ha organizado el Colegio de Arquitectos o con paseos privados, ya que muchos de sus edificios son fácilmente visitables o están a pie de calle.
En el centro se puede revistar por ejemplo la Cámara de Comercio, que fue uno de sus primeros proyectos adyacente a su compañero García de Paredes en los primeros abriles 50, y diversas construcciones de bloques de viviendas de Cruz Conde o de Ronda de los Tejares, como el Edificio Regina.
En la zona del Brillante o el Calasancio, el delegado se extiende por diferentes chalets residenciales como el chalet Añón, el chalet El Bosque o el Convento de las Salesas, mientras que en la periferia se encuentran fábricas como la de la cervezas El Lince en Las Quemadas o la de Laboratorios Pérez Giménez en Chinales.
Además la Ciudad Sanitaria tiene el sello distintivo de De La-Hoz gracias a que participó en el diseño del Hospital Provincial y el ámbito universitario con los Colegios Mayores de la Aceptación.
El reconvención queda sin retención incompleto transmitido que escasamente queda falta de las numerosas tiendas que diseñó el arquitecto en el centro de la ciudad y que en su época le otorgaron a Córdoba una modernidad sorprendente y que se puede disfrutar en las numerosas fotos que ha rescatado en sus trabajos Francisco Daroca.
La vida de Rafael de La-Hoz llegó a su fin en el año 2000. Pocos meses ayer de su fallecimiento, el delegación de la Medalla de Oro de la Cimentación había decidido concedérsela, por lo que finalmente se le entregó a título póstumo en un acto solemne celebrado en la Auténtico Sociedad de San Fernando de Madrid.
La apostilla de aquella marcha la realizó el catedrático Luis Fernández-Galiano y ahora, con motivo del centenario, la ha reeditado la revista ‘Cimentación Viva’ que edita la Fundación Docomomo Ibero.
«En este país palimpsesto, arruinado y agotado tras una disputa civil, La-Hoz y sus compañeros ensayaron un examen nuevo que tuvo páginas de fulgor deslumbrante, y que permanecen en el registro físico y documental del postrero medio siglo como jalones de un itinerario que ha construido la España en que hoy vivimos», se puede descifrar como recordatorio de la importancia de este gran arquitecto cordobés del que ahora se celebra su centenario.