En las elecciones presidenciales de Estados Unidos, los programas electorales de los principales candidatos suelen reverberar visiones profundamente diferentes sobre el rumbo del país. Este es el caso de Kamala Harris, quien representa al Partido Demócrata, y Donald Trump, exmandatario y candidato del Partido Republicano. Los dos políticos han presentado propuestas que divergen notablemente en cuanto a políticas económicas, sociales, climáticas y de seguridad doméstico.
Pertenencias y empleo
Uno de los temas más destacados en los programas electorales de Harris y Trump es la finanzas. Kamala Harris ha delineado un enfoque progresista centrado en la clase media y trabajadora. En diámetro con la empresa de Joe Biden, Harris defiende políticas que incluyan aumentos en el salario leve, una reforma fiscal para que las grandes corporaciones y las personas de altos ingresos paguen más impuestos, y una expansión de los programas sociales, como el seguro médico para todos y la seguridad social. La vicepresidenta todavía ha hecho intensidad en la condición de modificar en infraestructura y en nuevas industrias como las energías renovables, lo que se prórroga cree empleos sostenibles.
Por su parte, Donald Trump propone una política de impuestos reducidos para las empresas y las personas de mayores ingresos, con la intención de estimular la inversión privada y el crecimiento financiero. Durante su mandato inicial, Trump aprobó una significativa reforma fiscal en 2017 que redujo los impuestos corporativos, y su software contemporáneo sugiere que seguiría un camino similar. Trump todavía ha insistido en la importancia de sujetar la regulación para que las empresas tengan más liberación para tratar sin interferencias del gobierno. Para él, esta es la secreto para que la finanzas siga creciendo y generando empleo.
Políticas sociales
En el ámbito de las políticas sociales, Harris y Trump presentan propuestas diametralmente opuestas. Harris ha defendido la expansión de la Ley de Cuidado de Sanidad Asequible, todavía conocida como “Obamacare”, e incluso ha hablado de avanzar en torno a un sistema de sanidad más universal. Encima, sus propuestas incluyen un robusto apoyo a los derechos civiles, con medidas para proteger a las comunidades minoritarias, los derechos reproductivos de las mujeres y el alianza igualitario.
Trump, en cambio, ha sido un crítico entusiasta de ‘Obamacare’, proponiendo su aniquilación o sustitución por un sistema de sanidad más orientado en torno a el mercado rescatado. En cuanto a los derechos civiles, ha acogido una postura más conservadora, oponiéndose a políticas que, según él, promueven la “corrección política” y fragmentan a la sociedad. En educación, mientras Harris aboga por la gratuidad de la universidad pública para estudiantes de bajos ingresos y una veterano inversión en la educación pública, Trump ha promovido la liberación de dilema escolar, favoreciendo las escuelas privadas y la financiación mediante vouchers.
Cambio climático
Otro punto de discordia fundamental es el enfoque en torno a el cambio climático. Kamala Harris defiende políticas ambiciosas para chocar la crisis climática. Su software electoral incluye la inversión masiva en energías limpias, como la solar y la eólica, y un plan para alcanzar cero emisiones netas de carbono para 2050. Harris todavía se ha comprometido a regresar al Acuerdo de París, del cual Estados Unidos se retiró bajo el mandato de Trump.
Trump, sin confiscación, ha minimizado la importancia del cambio climático durante su carrera política. En su software contemporáneo, no hay menciones a políticas específicas para combatirlo, y en su emplazamiento, se enfoca en promover la independencia energética de Estados Unidos a través de la explotación de combustibles fósiles como el petróleo y el gas natural. Trump considera que las regulaciones ambientales excesivas dañan a las empresas y perjudican la finanzas.
Seguridad y política extranjero
Finalmente, en cuanto a seguridad doméstico y política extranjero, Harris defiende un enfoque basado en la diplomacia y las alianzas internacionales. En contraste, Trump aboga por una política extranjero más aislacionista y personal, promoviendo la idea de “América primero”.
En conclusión, los programas electorales de Kamala Harris y Donald Trump representan dos visiones muy diferentes para el futuro de Estados Unidos. Mientras Harris propone un enfoque progresista que sondeo reformas sociales y ambientales, Trump opta por la desregulación económica y una política extranjero de confrontación, evidenciando las profundas divisiones ideológicas en la política estadounidense.
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