El biometano está de moda en Córdoba. En pocos meses se han hexaedro a conocer distintos proyectos encaminados a la construcción de plantas productoras de esta fuente de energía, algunas de ellas en zonas agrarias. Sus impulsores destacan la preeminencia que supone esta tecnología en dos aspectos. Por un costado, al utilizar como combustible residuos agrícolas y ganaderos se da posibilidad a un serio problema que, tradicionalmente, han tenido las explotaciones con la administración de estos materiales.
Por otra parte, se genera un ingreso extra para los productores, ya que una parte de la energía que se genera va directamente a los canales de comercialización que son utilizados por la industria y por los hogares.
Uno de los pasos administrativos que deben pasar estos proyectos para su puesta en marcha es la indicación Autorización Ambiental Integrada (AAI), que es otorgada por la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ámbito de la Congregación de Andalucía y que persigue el objetivo de fijar que estas iniciativas no suponen un impacto pesimista en la contaminación ambiental, fundamentalmente, del distinción y del suelo.
Según los datos facilitados a torrevieja news today por el Gobierno andaluz, actualmente son cinco las instalaciones que están en proceso de tener este permiso. A este número hay que sumar otros ocho proyectos que se han ido conociendo este año, con lo que en total son 13 las plantas de biometano que actualmente se están tramitando.
Plan
Las iniciativas de que tiene conocimiento a día de hoy la Compañía autonómica están ubicadas en Dos Torres, Bujalance, Puente Genil, Montalbán y Espejo. El posterior plan fue anunciado a comienzos de este mes y afectaba a este posterior municipio de la comarca del Guadajoz, pegado con Chiva, Baena, Pedro Cura y Palenciana, adicionalmente en las localidades jiennense de Mancha Verdadero, la granadina de Bogarre y la sevillana de Marchena. El impulsor es la cooperativa Oleícola El Tejar, cuya intención es volver más de 300 millones de euros y demora iniciar la edificación de la primera planta a finales de 2026.
Sus previsiones son gestar una cantidad de biometano equivalente al consumo de gas anual de unos 200.000 hogares. La intención es, en colaboración con la firma alemana Vorn Bioenergy y la cordobesa Greenar, convertir en este material ‘verde’ las más de dos toneladas de alperujo producidas anualmente por sus 261 almazaras asociadas, a las que pertenecen unos 160.000 agricultores. Con todo ello, la entidad oleícola pretende conseguir acortar un 75 por ciento de las emisiones contaminantes que causa por el residuo que se genera en la molturación de la oliva.
El plan de Espejo es uno de los próximos en ponerse en marcha y afecta igualmente a varios municipios limítrofes
La Diputación Provincial dio a conocer este pasado verano su plan de polo verde en el Confuso Medioambiental de Epremasa en Montalbán, para el que está prevista una inversión total de 83 millones de euros. La rasgo de conducta más relevante es la referida a la puesta en marcha de una planta de biometano que sigue los criterios de la heredad circular al utilizar los desechos orgánicos recogidos para su transformación en biogás que puede tener aplicaciones domésticas e industriales.
Sadeco igualmente anunció la remodelación del Centro Medioambiental del Lobatón, que incluye la creación de una instalación de biometano que ayudaría a gestar energía, en primer división, para los vehículos de la empresa municipal y, después, para su traslado a la red caudillo. El coste podría pasar los 40 millones de euros.
Biomargas
Desde la iniciativa privada igualmente destacan los proyectos anunciados por Biomargas en agosto para construir dos plantas de biometano en Chiva y en Castro del Río a partir de 2025. Esta firma demora destinar unos 60 millones de euros a ambas iniciativas que permitirán sacar de la ámbito cada año unas 20.000 toneladas de dióxido de carbono, adicionalmente de crear unos 70 puestos de trabajo en estos municipios del sur de la provincia.
En una rasgo muy similar se encuentra el centro previsto por Naturmet en Puente Genil. Esta compañía ya ha iniciado los trámites administrativos para rasgar una instalación en la que invertirán unos 15 millones de euros y que, según sus impulsores, contribuirá al autoabastecimiento de gas natural de origen sostenible al municipio pontanense y a otras localidades cercanas.
La Congregación de Andalucía ha manifestado en reiteradas ocasiones su apoyo a este tipo de iniciativas al considerar que se incluye en su logística de ‘revolución verde’ contra el cambio climático. La semana pasada lo hizo el guía de Industria, Energía y Minas, Jorge Paradela, quien señaló que «más renovables suponen más industria en Andalucía». Incluso defendió que se negociación de una oportunidad para la actividad primaria.
«No se negociación de nominar entre energías renovables o agricultura, sino que queremos es que estos dos sectores se retroalimenten, generando nuevas oportunidades industriales y fortaleciendo el sector agrícola con la valorización de los subproductos del grasa de oliva», sentenció el guía.